Continuidad

Claudia Sheinbaum se presentó ante miles en la plancha del Zócalo, donde como inicio de campaña electoral dio lectura a sus 100 compromisos. El tema central de su discurso fue el de continuidad. Como evidencia de ello destacan: “Este 2 de junio, el pueblo de México tomará una decisión histórica. Solo hay dos caminos a tomar: uno, que siga la transformación, el otro que regrese la corrupción”. “Vamos a mantener la austeridad republicana, la disciplina financiera y fiscal. No regresarán los lujos ni privilegios, no habrá avión presidencial, no habrá estado mayor presidencial, y no vamos a recuperar los privilegios del Gobierno”.

Una evidencia más fue cuando expresó: “Guardaremos el legado de un hombre que está en Palacio Nacional. Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado a no caer ante ninguna adversidad. Le decimos: vamos a cuidar su legado”. Tomar como referente de interpretación de sus compromisos al Presidente de la República significa que comparte su forma, estilo y prioridades de gobierno. Su supuesto es que el gobierno ha cumplido con sus compromisos y por ello su nivel de aceptación es alto. Presupone que primero está el bienestar social, de lo cual se deriva el crecimiento económico y la estabilidad política. 

En su discurso destacó el tema de corrupción, el cual posesionó e impulsó el triunfo electoral del actual Presidente. Para la mayoría de la sociedad es el problema público que más les afecta. Les impide tener acceso a los programas sociales ya que solo los obtienen los que tienen nexos con funcionarios y trabajadores gubernamentales, les obstaculiza los trámites de servicios públicos, que son solo para los privilegiados y cercanos al grupo gobernante, reciben malos tratos y discriminación en las oficinas gubernamentales, y lo más grave la aplicación de la ley es solo para quienes tienen dinero. 

Un tema que en el discurso no se le dio la misma prioridad fue el de la seguridad. La violencia continúa y no ha disminuido. La mayoría de los crímenes son generados por el enfrentamiento de grupos que se disputan el control del territorio, pero también por apoderarse de los recursos naturales. El gobierno federal dejó de lado las atribuciones que le otorga la ley para enfrentar la violencia, como es el uso de la fuerza pública. La postura política ha sido: “abrazos, no balazos”. Se ha buscado atender la pobreza mediante los programas sociales, bajo el supuesto que son la causa de la inseguridad.

En resumen: las dos candidatas con mayores posibilidades de obtener el triunfo electoral tienen un discurso totalmente opuesto, destinado a sus simpatizantes. Por un lado, está el del miedo, minimizando los logros gubernamentales, lo cual es compartido por un sector político y social de la clase media alta. Del lado opuesto, se encuentra a quienes se han visto beneficiados por los programas sociales y están de acuerdo con darle prioridad a los social en las políticas públicas. El gran pendiente de estas posturas es convencer a quienes no comparten su visión del país. Próxima colaboración: 03 de abril de 2024.  

@jszslp