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En el tercer trimestre de 2017, la percepción de inseguridad entre los habitantes de la capital del estado alcanzó su punto más alto desde que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) empezó a realizar la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU). Entre octubre y diciembre pasados, el 88.2 por ciento de la población capitalina temió por su seguridad, y apenas el 7.4 por ciento de ella se consideró segura en la ciudad.
Se trata de altos y bajos extremos en las ocho ediciones que se han realizado de la ENSU, en una serie que empezó en enero de 2016.
Los números se alejan de las mejores cifras positivas que se llegaron a reflejar en la encuesta, como el del tercer trimestre de 2016, cuando el 66.8% de la población que consideró insegura a la ciudad, el porcentaje más bajo registrado en toda la serie y el 33.2% restante se sintió seguro en la capital.
El resultado refleja el deterioro que en todo este año ha tenido la opinión de la ciudadanía capitalina en el tema de la inseguridad, que la encuesta expone más frecuente y más visible.
La situación expone también la desconfianza de la población de la capital en las autoridades, sobre todos las locales, que a fines del año pasado fueron reprobadas por más de la mitad de la población, según el Inegi. El 70.9 por ciento de la ciudad considera que el gobierno municipal no está siendo efectivo para solucionar los problemas.
La encuesta también demuestra que la inseguridad ha obligado a más ciudadanos a cambiar sus actividades, como evitar llevar objetos de valor, a dejar a sus hijos salir a la calle o a visitar a amigos.
También las ha vuelto más escépticas sobre el futuro. Al iniciar el año, el 10.8 por ciento esperaba que la seguridad mejorara en la capital. Al cierre del año, sólo el 3.9 por ciento seguía esperando mejoras en materia de seguridad.
Se trata de altos y bajos extremos en las ocho ediciones que se han realizado de la ENSU, en una serie que empezó en enero de 2016.
Los números se alejan de las mejores cifras positivas que se llegaron a reflejar en la encuesta, como el del tercer trimestre de 2016, cuando el 66.8% de la población que consideró insegura a la ciudad, el porcentaje más bajo registrado en toda la serie y el 33.2% restante se sintió seguro en la capital.
El resultado refleja el deterioro que en todo este año ha tenido la opinión de la ciudadanía capitalina en el tema de la inseguridad, que la encuesta expone más frecuente y más visible.
La situación expone también la desconfianza de la población de la capital en las autoridades, sobre todos las locales, que a fines del año pasado fueron reprobadas por más de la mitad de la población, según el Inegi. El 70.9 por ciento de la ciudad considera que el gobierno municipal no está siendo efectivo para solucionar los problemas.
La encuesta también demuestra que la inseguridad ha obligado a más ciudadanos a cambiar sus actividades, como evitar llevar objetos de valor, a dejar a sus hijos salir a la calle o a visitar a amigos.
También las ha vuelto más escépticas sobre el futuro. Al iniciar el año, el 10.8 por ciento esperaba que la seguridad mejorara en la capital. Al cierre del año, sólo el 3.9 por ciento seguía esperando mejoras en materia de seguridad.
