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El ataque de este viernes dejó cinco niños y un adulto heridos / Foto: AP
MOSCÚ (EFE).- Rusia teme que la ola de ataques registrada esta semana contra varios colegios por todo el país, el último perpetrado hoy por un adolescente armado con un hacha, haya sido instigada por grupos en redes sociales.
Un menor de 15 años entró este viernes en un aula de séptimo curso de un colegio de Ulan-Udé, capital de la república siberiana de Buriátia, e hirió con un hacha a cinco niños de 13 años y a una profesora, de 41 años, en estado grave tras el ataque.
Tres de los alumnos agredidos también están graves, entre ellos una niña que sufrió la amputación de un dedo de la mano, y un niño golpeado con el hacha en la espalda, cabeza y extremidades.
El joven perturbado también lanzó un cóctel molotov al aula, prendiéndole fuego, y, tras hacerse varias heridas, presumiblemente con el hacha, se tiró por la ventana en un intento de quitarse la vida.
Sin embargo, sobrevivió y fue ingresado en estado grave en un hospital, donde permanece custodiado por la policía a la espera de que se recupere para ser interrogado acerca de sus motivos.
El de este viernes ha sido el tercer ataque con víctimas en un colegio ruso, y por si fuera poco, la seguridad de un centro escolar de Moscú evitó el jueves que un alumno de último curso accediera al edificio con todo un arsenal.
Portaba seis navajas, un cartucho de caza, metralla, una botella con gasolina, un juego de destornilladores, una cuerda, trozos de cable y dos cajas de cerillas.
Al inicio de la semana, catorce menores y una profesora resultaron heridos por arma blanca en un colegio de la ciudad de Perm (Urales), atacado por dos jóvenes enmascarados que fueron detenidos por la policía tras el ataque.
Al menos dos de las víctimas, la maestra y un adolescente de 16 años, fueron operados de urgencia tras sufrir graves heridas en el cuello.
Dos días después, un alumno de noveno grado apuñaló a un compañero de clase en una localidad de la región de Cheliábinsk, también en los Urales.
Medios rusos han revelado, sin precisar los detalles, que algunos de estos agresores formaban parte de un grupo en la popular red social rusa VK dedicado a la famosa matanza perpetrada en 1999 en la Escuela Secundaria de Columbine (EEUU), cuando dos alumnos del centro mataron indiscriminadamente a doce estudiantes y un profesor.
El viceministro de Comunicaciones y Medios ruso, Alexéi Volin, anunció tras el último ataque que el Gobierno bloqueará todos los grupos en internet dedicados a la violencia en los centros de educación.
El representante plenipotenciario de la presidencia rusa en Siberia (donde se han producido todos los ataques), Serguéi Meniaylo, está convencido de que, como poco, los incidentes de Perm y Ulan-Udé están relacionados.
"Ya hay versiones de la relación del ataque (de Ulan-Udé) con el de Perm. Estoy absolutamente seguro, aunque lo tendrá que demostrar la investigación, de que la misma organización está detrás", dijo el político.
En el mismo sentido se pronunció la senadora Elena Mizúlina, quien advirtió de que las autoridades rusas ya confirmaron en el pasado la existencia en las redes sociales de grupos que incitaban al suicidio a menores, y ahora podría suceder lo mismo con los ataques a los colegios.
"La situación es terrible. No es la primera vez que pasa. Hay razones para pensar que se trata de una campaña organizada a través de las redes sociales", dijo la polémica senadora, autora de la ley federal que prohíbe la propaganda homosexual entre los niños.
En septiembre del año pasado, un escolar de 15 años golpeó en la cabeza a su profesora con un martillo y después le disparó en la cara con una pistola de aire comprimido, dejándole con un grave traumatismo cráneo-encefálico.
Pero al ataque más grave en una escuela en la historia del país sucedió en Moscú en febrero de 2014, cuando un alumno de décimo grado armado con una escopeta mató a un profesor y a un policía, y tomó como rehenes a un grupo de estudiantes.
