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Ciudad Valles.- Sólo quedan 400 mil hectáreas de bosques en la Huasteca, de 1 millón 200 mil que había y esto sólo provoca que el agua de lluvia no se aproveche y que se erosione el suelo, llevándonos a un desastre ecológico donde no habrá agua ni para beber.
El activista Alejandro Aguilar Fernández no pierde el tiempo en dramatismos, porque, haber cortado los millones de macizos que había en 800 mil hectáreas de bosques provocará pérdida en la biodiversidad (despojar a cientos de especies de su hábitat); se altera el ciclo del agua, lo cual cambia los periodos de lluvia.
La erosión que es el más peligroso de los efectos, porque aunque llueva igual que antes, como hay menos árboles, el agua no se absorbe en la tierra, sino que escurre a ríos y luego al océano, causando pérdida de captación de agua en cuerpos hídricos.
Por último, entre menos agua hay, menos posibilidades de obtener alimentos accesibles (no vamos a tener qué comer) y, por supuesto, el agua comenzaría a elevar su costo más y más, porque no será tan fácil mandarla a los hogares o tener suficiente para purificar, para el consumo humano.
Dijo que solamente El Naranjo, Aquismón, Tamasopo y Xilitla tienen bosques originales, pero los otros 16 municipios han devastado terrenos fértiles para la siembra o para el ganado “y en donde más daño hay, suele haber sierra con bosque, pero eso es porque no es posible sembrar ahí, si no, ya los hubiéramos cortado también”.
El activista Alejandro Aguilar Fernández no pierde el tiempo en dramatismos, porque, haber cortado los millones de macizos que había en 800 mil hectáreas de bosques provocará pérdida en la biodiversidad (despojar a cientos de especies de su hábitat); se altera el ciclo del agua, lo cual cambia los periodos de lluvia.
La erosión que es el más peligroso de los efectos, porque aunque llueva igual que antes, como hay menos árboles, el agua no se absorbe en la tierra, sino que escurre a ríos y luego al océano, causando pérdida de captación de agua en cuerpos hídricos.
Por último, entre menos agua hay, menos posibilidades de obtener alimentos accesibles (no vamos a tener qué comer) y, por supuesto, el agua comenzaría a elevar su costo más y más, porque no será tan fácil mandarla a los hogares o tener suficiente para purificar, para el consumo humano.
Dijo que solamente El Naranjo, Aquismón, Tamasopo y Xilitla tienen bosques originales, pero los otros 16 municipios han devastado terrenos fértiles para la siembra o para el ganado “y en donde más daño hay, suele haber sierra con bosque, pero eso es porque no es posible sembrar ahí, si no, ya los hubiéramos cortado también”.
