Migrantes, de los más golpeados por el alud

Los Ángeles, Cal.- Personalidades como Oprah Winfrey y Rob Lowe le dieron a la ciudad de Montecito su popularidad, pero personas como Antonio y Víctor Benítez son las que mantienen funcionando a la comunidad de la acaudalada zona del sur de California.

Los hermanos mexicanos son jardineros y parte de la clase trabajadora inmigrante de la ciudad, la cual sufrió pérdidas impresionantes debido a los recientes aludes que causaron la muerte de al menos 20 personas, hirieron a decenas y dañaron o destruyeron cientos de hogares.

Antonio y Víctor Benítez sufrieron fracturas y cada uno perdió a un hijo. La esposa de Antonio falleció, mientras que la de Víctor continúa desaparecida y su hijo pequeño herido.

Casi un tercio de las personas que murieron en los aludes del 9 de enero pertenecían a las familias de inmigrantes que tenían empleos de servicio en la ciudad de la costa del Pacífico de 9.000 habitantes, los cuales en su mayoría son blancos y retirados. Muchas de esas familias son originarias de países en desarrollo que llegaron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades para darles a sus hijos una mejor calidad de vida.

Entre los decesos, estaba Pinit Sutthithepa, un tailandés de 30 años que trabajaba en un concesionario de Toyota en Santa Bárbara y que durante años envió dinero a su esposa y a sus dos hijos antes de que pudiera traerlos a Estados Unidos en 2016. Los aludes lo mataron a él, a su hijo de 6 años y a su padrastro de 79 años. Las cuadrillas siguen buscando a la hija de 2 años de Sutthithepa.

Por otra parte, Martín Cabrera Muñoz, de 48 años, trabajaba largos turnos laborales como jardinero para que pudiera enviar dinero a sus hijos en su nativa Guanajuato, México. Cabrera dormía en un cuarto que tenía en la casa de su jefe cuando una avalancha de lodo arrasó con la propiedad.

“Quería darle a sus hijos una mejor calidad de vida”, comentó su hermana menor, Diana Montero, al diario Los Angeles Times.