El cuento de hadas moderno de West

El actor habla sobre sus infidelidades en la cuarta temporada de “The affair”

El cuento de hadas moderno de West

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Los Ángeles. - A Dominic West no le molesta que a sus 48 ya no sea el protagonista galán y joven de la serie, dice estar agradecido que esa presión ya la tengan actores más jóvenes.

Sin embargo, aún arranca suspiros y tienta a las infidelidades, o cuando menos así lo ha logrado en la serie “The affair”, que ya estrena su cuarta temporada. El histrión dice que la serie debe de ser muy buena, puesto que ya rebasó la barrera de la segunda temporada.

“Creo que la razón por la que a la gente le gusta es porque es cierto. La emoción de traicionar es muy poderosa, lo que he aprendido es que es muy difícil llegar a la verdad de toda esta serie de eventos, no hay una verdad, hay una secuencia de eventos”, comenta.

Serie
La audiencia de la serie, que también se puede ver en México a través de Netflix, disfruta de algo parecido a un cuento de hadas moderno. “Todo romance tiene este elemento, de un príncipe conociendo a una princesa, lo central de esta serie es un cupido ciego que está lanzando flechas y dándole a personas que están en situaciones raras”.

Puntual y pulcro, West sonríe, ríe y hace comentarios puntillosos, como cuándo se le pregunta por su opinión sobre el adulterio y la infidelidad. “Fuertemente recomendado. Siempre y cuando no sea a mí, mientras yo no sea la víctima, todo está bien”, bromea.

West da vida a “Noah Solloway”, un escritor y maestro de escuela de Brooklyn que ha estado con su esposa “Helen” durante 20 años.

Tienen cuatro hijos y están en deuda con el rico padre de “Helen”, un famoso novelista, por su espaciosa casa de piedra rojiza. La primera novela de “Noah” fue publicada en reseñas mixtas. La aparición de una hermosa camarera joven en su vida es una tentadora distracción.

“Las personas están muy interesadas en las nociones del adulterio y creemos que es porque hay mucha infidelidad alrededor, eso te podría decir algo sobre que no estamos hechos para ser monógamos”, considera.