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CIUDAD DE MÉXICO (EFE).- El órgano antimonopolios de México anunció hoy el inicio de una investigación sobre las posibles prácticas monopólicas en el mercado de la distribución y comercialización de gas licuado de petróleo (gas LP) en el país.
En un comunicado, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) recordó que, como consecuencia de la reforma energética, los precios al público del gas LP se liberaron a partir de enero de 2017, "por lo que el costo que pagan los consumidores por este debe determinarse por las condiciones de oferta y demanda".
La liberalización causó una marcada subida de los precios. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), desde la segunda quincena de diciembre de 2016 a la primera de 2018 los precios en gas LP aumentaron 49.5 %.
La investigación sobre las posibles prácticas monopólicas, que arrancó en agosto de 2017, "no debe entenderse como un prejuzgamiento, sino como una actuación de la autoridad para verificar el cumplimiento de la Ley Federal de Competencia Económica", recordó la Cofece.
Se extenderá durante un plazo de hasta 120 días hábiles, el cual podrá ser ampliado por el mismo lapso hasta por cuatro ocasiones.
El organismo señaló que según la ley, de comprobarse la existencia de una irregularidad, los agentes económicos pueden ser multados hasta con el 10 % de sus ingresos.
La Cofece apuntó que se consideran prácticas monopólicas aquellos contratos, convenios, arreglos o combinaciones de agentes económicos competidores entre sí que tengan como objeto o efecto la manipulación de precios y la limitación de la oferta y la demanda.
Asimismo, aquellas prácticas que propicien la división o segmentación de mercados, concertación o coordinación de posturas en licitaciones, así como el intercambio de información con el objeto o efecto de realizar alguna de las conductas anteriores.
Las familias mexicanas destinan, en promedio, el 4.4 % de su gasto total a cubrir los consumos de electricidad y gas en sus viviendas.
El gas LP se consume en el 75 % de los hogares mexicanos. Es decir, es utilizado por unos 90 millones de personas.