La noche del jaguar

El mamífero encandilado y confundido por las luces de las lámparas salvó a jóvenes, en Micos

La noche del jaguar

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Ciudad Valles.- Cinco hombres y un niño fueron a pescar a los canales de la hidroeléctrica que está en la parte alta del paraje Micos, sobre la sierra de La Colmena y un jaguar joven apareció en el lugar. Luego de ponerse a salvo, grabaron al felino y el video se ha hecho viral.

La noche del jaguar
Andrés Vega narró una de las historias más emocionantes de su vida, con pausas para tomar aliento, porque recordó al gran gato de América a cuatro metros de ellos, confundido y encandilado por las luces de las lámparas de él y de sus compañeros de pesca, hombres de Coyoles y de Valles con los que convivió además de niños.

Por lo regular, acostumbran ir a los canales a pescar bagre y hasta langostino y acudir de noche obedece al hecho de que es cuando los crustáceos aparecen con más facilidad.

Eran las 12 de la noche, el lugar se puede describir como una jaula de malla ciclónica con dos entradas y una torre de contención de agua de cuatro metros, de donde se distribuye la caída del líquido para generar luz.

La noche en ese momento estaba fresca y la pesca parecía ir bien. De pronto, de entre la maleza se escuchó un ruido y, los parientes y amigos de Andrés pensaron en una pequeña especie animal nocturna, pero no era así. Se trataba del depredador más grande del continente americano.

Dócil y confundido gatito
Andrés, su hijo, José de Jesús, sus primos Julián y Erick y sus familiares de la zona urbana de Valles, Adolfo y Eduardo, actuaron instintivamente y subieron al muro que contiene el agua, a cuatro metros del felino que nunca les atacó o los miró siquiera.

“Es una cosa muy hermosa ver eso, pero sí nos pusimos a salvo”.
Ya cuando estuvieron a unos metros de distancia del animal, uno de ellos comenzó a grabar un video plagado de voces expectantes, risas nerviosas y majaderías propias de quien está muerto de miedo por la situación.

El felino parece confundido en el corto video, porque al parecer lo que deseaba era salir de entre la malla ciclónica, actuando como si los seres humanos que estaban cerca, ni existieran.

Después de unos segundos de deleitación y terror, el jaguar se fue sin dejar rastro.
Andrés Vega hablaba por teléfono, porque ya se encuentra en Querétaro, lugar donde reside, después de criarse en Valles, listo para regresar a su trabajo de campo en el estado de Nevada, Estados Unidos.

“De suerte, el animal no estaba hambriento”, remató Andrés.