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Tras rendir protesta como rector sustituto de la Universidad de Guadalajara, Miguel Ángel Navarro Navarro reconoció que hay tres focos rojos por inseguridad en la red universitaria: las regiones de Autlán y la Ciénega y el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) en el centro de Guadalajara.
En los dos primeros sitios, señaló el rector, es común que el personal universitario reciba amenazas o intentos de extorsión por parte de los grupos criminales que operan en esas zonas; en el caso del CUCSH el problema tiene que ver con la venta y distribución de drogas.
"Nuestros estudiantes son los hijos de la población en general, y en la población en general hay quien se dedican a colaborar con el crimen organizado y que nosotros no sabemos quiénes son, pero debemos reconocer ese problema", señaló.
Dijo que con lo anterior no se intenta caer en una postura simplista que los buenos están dentro de la UdeG y los malos afuera.
Navarro Navarro asumió el cargo este viernes después de que Tonatiuh Bravo Padilla solicitara licencia para competir por una diputación federal por la vía plurinominal con Movimiento Ciudadano.
El rector sustituto señaló que en el CUCSH hay un problema similar al de la UNAM en cuanto a distribución de drogas dentro de la universidad.
"No quiero generalizar porque esto es muy arriesgado, pero el problema es que hay muchos estudiantes de Filosofía, de Sociología, que seguro requieren una inspiración extra para filosofar, y pues hay quienes le ayudan con la venta de algún dispositivo que estimula el pensamiento profundo, y tenemos lo que los propios estudiantes llaman ‘el Jardín de los sueños’ cerca de las áreas de Sociología y Filosofía", dijo en tono un tanto de broma.
Para tratar de mitigar esta situación, señaló, la universidad ha iniciado una campaña para desincentivar el uso de drogar e inhibir así la venta en los planteles.
"Tenemos videos, tenemos vigilancia y sí hemos visto jóvenes que, pareciendo estudiantes, entran con sus mochilas y por ahí ocurre lo que no queremos que ocurra, pero no hemos tenido ningún tipo de violencia", indicó.
El rector descartó la implementación de medidas represivas, como la revisión de mochilas, pues se apuesta a que los consumidores de drogas sean conscientes de que alimentan las finanzas de la delincuencia organizada.
En los dos primeros sitios, señaló el rector, es común que el personal universitario reciba amenazas o intentos de extorsión por parte de los grupos criminales que operan en esas zonas; en el caso del CUCSH el problema tiene que ver con la venta y distribución de drogas.
"Nuestros estudiantes son los hijos de la población en general, y en la población en general hay quien se dedican a colaborar con el crimen organizado y que nosotros no sabemos quiénes son, pero debemos reconocer ese problema", señaló.
Dijo que con lo anterior no se intenta caer en una postura simplista que los buenos están dentro de la UdeG y los malos afuera.
Navarro Navarro asumió el cargo este viernes después de que Tonatiuh Bravo Padilla solicitara licencia para competir por una diputación federal por la vía plurinominal con Movimiento Ciudadano.
El rector sustituto señaló que en el CUCSH hay un problema similar al de la UNAM en cuanto a distribución de drogas dentro de la universidad.
"No quiero generalizar porque esto es muy arriesgado, pero el problema es que hay muchos estudiantes de Filosofía, de Sociología, que seguro requieren una inspiración extra para filosofar, y pues hay quienes le ayudan con la venta de algún dispositivo que estimula el pensamiento profundo, y tenemos lo que los propios estudiantes llaman ‘el Jardín de los sueños’ cerca de las áreas de Sociología y Filosofía", dijo en tono un tanto de broma.
Para tratar de mitigar esta situación, señaló, la universidad ha iniciado una campaña para desincentivar el uso de drogar e inhibir así la venta en los planteles.
"Tenemos videos, tenemos vigilancia y sí hemos visto jóvenes que, pareciendo estudiantes, entran con sus mochilas y por ahí ocurre lo que no queremos que ocurra, pero no hemos tenido ningún tipo de violencia", indicó.
El rector descartó la implementación de medidas represivas, como la revisión de mochilas, pues se apuesta a que los consumidores de drogas sean conscientes de que alimentan las finanzas de la delincuencia organizada.