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Angelina Jolie, es una de las mujeres más bellas del mundo, la ganadora del Oscar tiene un acercamiento sorprendentemente simple a su rutina de belleza, esto para alguien que desata furor cada vez que sale por la puerta.
Autoproclamada como “masculina” cuando crecía, a Jolie le interesaban menos los productos y más la personalidad.
“Estoy segura de haber tenido momentos de pequeña en que me llenaba de maquillaje, pero era un poco masculina. Y luego fui un poco punk”, recordó en InStyle.
“Ahora es muy popular teñirte el cabello de azul, por ejemplo.
En mi época te lo decolorabas y usabas un sharpie “.
Jolie continuó, “Nunca fui a casa de una amiga para jugar a maquillarnos. No soy una de esas mujeres que dice, ‘Oigan, vamos a reunirnos en la noche para hacernos peinados’. Nunca he sido esa, pero me parece una ternura”.
Rutina
Como reflejo de eso -y el hecho de que criar a seis hijos le deja poco tiempo para sí misma-su rutina personal es muy directa.
La estrella “está mucho más cómoda con solo un poco de corrector para las ojeras. Eso es lo principal”.
Son las manchas oscuras lo que más preocupa a Jolie, tema que se trata con ayuda de dermatólogos desde que tenía 11 años.
“Cuando me embaracé tenía manchas oscuras en el rostro, que se oscurecieron.
Así que me trato con láser de vez en cuanto”, le explicó la actriz a la revista.
En su intento de ser naturalmente ella misma, cree en las palabras de su fallecida madre Marcheline Bertrand: “Déjame
ver tu alma”.
Un mundo mejor
Así es cómo Angelina Jolie le enseña a sus hijos a trabajar por un mejor mundo.
“Eso era lo suyo. Cuando me molestaba o algo, me decía, ‘Déjame ver tu alma’. Lo que quería decir es, ‘Muéstrame a ti.
¿Estás molesta? Déjame ver’. Realmente nunca he hablado de eso”, recordó Jolie.
“Creo, espero, estar criando así a mis hijos: muestra tu interior, encuéntrate, descubre quién eres. La belleza, todo el mundo tiene una opinión diferente de lo que es. El intelecto lo más hermoso. Cuando vez a alguien con la mente encendida es muy sexy.
Una persona que sea empática, pensativa, apasionada, no hay nada más atractivo que eso. No hay nada que puedas usar o ponerte en la cara para cubrirlo si tu mente está en blanco y tu corazón es oscuro”.
Eso no quiere decir que esté en contra del maquillaje. De hecho, acaba de comprar productos para su hija de 13 años, Zahara, particularmente después de que una noche quiso jugar a disfrazarse con una amiga.
