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Mientras Carlos González López, director la Facultad de Contaduría y Administración de la UASLP, informó que se encuentra en la gestión para solicitar que se revisen “definitivamente” los permisos a los bares ubicados en la calle Francisco I. Madero, en el tramo de Uresti a Tomasa Estévez, de ser tres los establecimientos situados en esa vialidad ahora son cuatro los que venden bebidas etílicas.
Previo a lo anterior, el 2 de febrero pasado, González López comunicó que se ha solicitado de manera continua a las autoridades municipales y estatales, la reubicación de los bares.
Tras esa petición, la dirección de Gobernación de Gobierno del Estado clausuró tres establecimientos de venta de bebidas alcohólicas, pero en semanas posteriores volvieron a reabrir dos de ellos y uno nuevo, y además el tercero que estaba en clausura, volvió a abrir para sumar ahora cuatro inmuebles.
En entrevista, González López reveló que vecinos de la calle Francisco I. Madero, le han solicitado que gestione la reubicación de los puntos comerciales de venta de bebidas embriagantes.
“Es una sorpresa para nosotros ese tema de los bares. Ahí cambia la perspectiva de cuando están cerrados porque los muchachos circulan perfectamente sin ningún problema. Cuando empiezan los bares, pues ya sabes: los ruidos, las risas”, comentó.
El directivo universitario criticó que el comercio de bebidas más cercano a la FCA, se sitúa a 170 metros. Dicha distancia que no cumple la normativa al respecto, que expone que esos inmuebles no deben de estar ubicados a menos de 200 metros de un plantel educativo.
Hasta el momento, la dependencia encabezada por Margarita Hernández Fiscal, aspirante a un cargo de elección popular por el PRI, no ha expuesto alguna explicación de por qué funcionan los comercios pese a que venden cerveza y otros cocteles embriagantes.