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La Agencia de Seguridad Nacional de Israel (Shin Bet) arrestó hoy a un empleado del consulado de Francia en Jerusalén, acusado de contrabando de armas a Cisjordania, a través del territorio israelí en un vehículo diplomático.
El ciudadano identificado como Roman Frank, de 24 años de edad y quien trabaja como conductor en el consulado galo, fue detenido junto con otros nueve sospechosos, incluidos seis palestinos.
En un comunicado, los servicios de seguridad israelíes destacaron que Frank y los otros arrestados son responsables del contrabando de decenas de armas desde la Franja de Gaza a Cisjordania, a través de Israel en vehículos diplomáticos.
De acuerdo con el Shin Bet, el empleado contrabandeó unas 70 pistolas y dos fusiles, actuaba claramente por “motivos financieros”, por su propia cuenta, y sin el conocimiento de sus superiores.
“Recibió las armas de un residente palestino que trabajaba en un centro cultural francés en Gaza y luego fueron transferidas a un individuo en Cisjordania que las vendió a traficantes de armas”, explicó la declaración.
El Shin Bet destacó que en el caso también está involucrado un residente de Jerusalén Oriental, quien trabajaba como guardia de seguridad en el consulado, y varios palestinos de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, según un reporte de la edición electrónica del Ha’retz Daily.
La investigación del Shin Bet descubrió que las armas fueron transferidas a Israel por Frank a través del cruce fronterizo de Erez, entre Gaza e Israel, usando vehículos oficiales consulares, que por tener matrículas diplomáticas, no fueron tan minuciosamente revisados por los puestos de control fronterizos.
La Agencia de Seguridad Nacional de Israel llevó a cabo la investigación de los empleados consulares franceses en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores, que mantuvo informadas a las autoridades francesas sobre los acontecimientos, destacó el Shin Bet.
En una reacción inmediata al arresto de Frank, la embajada de Francia en Israel emitió este lunes un comunicado, en el que expresó su apoyo a las autoridades israelíes en las investigaciones del caso.
"Las autoridades en Francia están al tanto del incidente en el que uno de los trabajadores en el consulado general de Francia en Jerusalén son sospechosos ‘con gran seriedad’. Las autoridades en Francia cooperan con las autoridades israelíes", indicó la nota diplomática.
El caso fue informado extensamente el domingo en la prensa francesa, pero en Israel se impuso una “orden mordaza” sobre su cobertura y difusión, a pesar de que el Shin Bet y el Ministerio de Relaciones Exteriores ya habían manejado el tema en un comunicado.
El caso ocurre a unos días de que el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, llegue a Israel para analizar una posible visita al país del presidente Emmanuel Macron a fines del otoño.
El ciudadano identificado como Roman Frank, de 24 años de edad y quien trabaja como conductor en el consulado galo, fue detenido junto con otros nueve sospechosos, incluidos seis palestinos.
En un comunicado, los servicios de seguridad israelíes destacaron que Frank y los otros arrestados son responsables del contrabando de decenas de armas desde la Franja de Gaza a Cisjordania, a través de Israel en vehículos diplomáticos.
De acuerdo con el Shin Bet, el empleado contrabandeó unas 70 pistolas y dos fusiles, actuaba claramente por “motivos financieros”, por su propia cuenta, y sin el conocimiento de sus superiores.
“Recibió las armas de un residente palestino que trabajaba en un centro cultural francés en Gaza y luego fueron transferidas a un individuo en Cisjordania que las vendió a traficantes de armas”, explicó la declaración.
El Shin Bet destacó que en el caso también está involucrado un residente de Jerusalén Oriental, quien trabajaba como guardia de seguridad en el consulado, y varios palestinos de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, según un reporte de la edición electrónica del Ha’retz Daily.
La investigación del Shin Bet descubrió que las armas fueron transferidas a Israel por Frank a través del cruce fronterizo de Erez, entre Gaza e Israel, usando vehículos oficiales consulares, que por tener matrículas diplomáticas, no fueron tan minuciosamente revisados por los puestos de control fronterizos.
La Agencia de Seguridad Nacional de Israel llevó a cabo la investigación de los empleados consulares franceses en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores, que mantuvo informadas a las autoridades francesas sobre los acontecimientos, destacó el Shin Bet.
En una reacción inmediata al arresto de Frank, la embajada de Francia en Israel emitió este lunes un comunicado, en el que expresó su apoyo a las autoridades israelíes en las investigaciones del caso.
"Las autoridades en Francia están al tanto del incidente en el que uno de los trabajadores en el consulado general de Francia en Jerusalén son sospechosos ‘con gran seriedad’. Las autoridades en Francia cooperan con las autoridades israelíes", indicó la nota diplomática.
El caso fue informado extensamente el domingo en la prensa francesa, pero en Israel se impuso una “orden mordaza” sobre su cobertura y difusión, a pesar de que el Shin Bet y el Ministerio de Relaciones Exteriores ya habían manejado el tema en un comunicado.
El caso ocurre a unos días de que el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, llegue a Israel para analizar una posible visita al país del presidente Emmanuel Macron a fines del otoño.
