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La Fiscalía del Distrito Central de Seúl solicitó hoy de manera formal una orden de arresto para el expresidente Lee Myung-bak, acusado de cargos de corrupción, soborno, malversación y abuso de poder.
La Fiscalía indicó que luego de que el fiscal general Moon Moo-il dio a conocer el viernes pasado los resultados de la investigación contra Lee, los fiscales han decidido pedir la orden de arresto.
“Los fiscales han presentado con firmeza una orden de arresto a la luz de la seriedad del caso y las preocupaciones de que Lee podría intentar destruir pruebas o manipular a los testigos, ya que niega la mayoría de los cargos”, destacó la Fiscalía, según un reporte de la agencia informativa Yonhap.
Lee, quien se desempeñó como presidente del país entre 2008 y 2013, es sospechoso de recibir unos 11 mil millones de wones (unos 10.3 millones de dólares) en sobornos por parte del Servicio de Inteligencia Nacional (NIS, según sus siglas en inglés) y empresas.
Además, Lee es sospechoso de ser el verdadero propietario de la compañía DAS, fabricante de piezas de automóviles, que, en teoría, pertenece a su hermano mayor, Lee Sang-eun, y está involucrado en la creación de un fondo ilícito de 30 mil millones de wones (unos 28.2 millones de dólares).
El exmandatario también es sospechoso de haber ejercido su poder a través de agencias gubernamentales para ayudar a una demanda de DAS en Estados Unidos para recuperar unos 13.1 millones de dólares, y de trasladar documentos estatales clasificados a dicha empresa.
Asimismo, los fiscales han estado investigando nuevas sospechas de que Lee recibió unos 200 millones de wones (186 mil 480 dólares) antes de las elecciones presidenciales de 2007 por parte de un monje budista para establecer una universidad budista.
Según el reporte de la agencia oficial surcoreana de noticias, es probable que Lee sea procesado a partir del miércoles próximo y que el Tribunal tome una decisión esa misma noche o el jueves por la mañana.
Yonhap destacó que si se emite la orden de arresto a Lee, se convertirá en el cuarto expresidente del país en ser aprehendido por cargos criminales.
Ante la solicitud de arresto contra el expresidente, la oficina del asistente de Lee publicó esta tarde una declaración, en la que rechazó la medida de la fiscalía, argumentando que no se pueden aceptar los cargos superpuestos por los fiscales del Estado.
La oficina también dijo que Lee "luchará con un esfuerzo pleno para sacar la verdad en la Corte", añadiendo que la solicitud de su orden de arresto había sido prevista, dado el progreso de lo que describió como "un esquema político dirigido por el Estado para matar a Lee Myung-bak desde el día en que el gobierno de Moon Jae-in asumió el cargo".
Lee sostiene que todo es una represalia política por parte de la actual administración por la muerte del expresidente Roh Moo-hyun, quien se suicidó en 2009 cuando estaba siendo investigando por presunta corrupción.
Roh fue obligado por la justicia a comparecer para ser interrogado, acto que tomó como una humillación que muchos creen condujo al suicidio.
La Fiscalía indicó que luego de que el fiscal general Moon Moo-il dio a conocer el viernes pasado los resultados de la investigación contra Lee, los fiscales han decidido pedir la orden de arresto.
“Los fiscales han presentado con firmeza una orden de arresto a la luz de la seriedad del caso y las preocupaciones de que Lee podría intentar destruir pruebas o manipular a los testigos, ya que niega la mayoría de los cargos”, destacó la Fiscalía, según un reporte de la agencia informativa Yonhap.
Lee, quien se desempeñó como presidente del país entre 2008 y 2013, es sospechoso de recibir unos 11 mil millones de wones (unos 10.3 millones de dólares) en sobornos por parte del Servicio de Inteligencia Nacional (NIS, según sus siglas en inglés) y empresas.
Además, Lee es sospechoso de ser el verdadero propietario de la compañía DAS, fabricante de piezas de automóviles, que, en teoría, pertenece a su hermano mayor, Lee Sang-eun, y está involucrado en la creación de un fondo ilícito de 30 mil millones de wones (unos 28.2 millones de dólares).
El exmandatario también es sospechoso de haber ejercido su poder a través de agencias gubernamentales para ayudar a una demanda de DAS en Estados Unidos para recuperar unos 13.1 millones de dólares, y de trasladar documentos estatales clasificados a dicha empresa.
Asimismo, los fiscales han estado investigando nuevas sospechas de que Lee recibió unos 200 millones de wones (186 mil 480 dólares) antes de las elecciones presidenciales de 2007 por parte de un monje budista para establecer una universidad budista.
Según el reporte de la agencia oficial surcoreana de noticias, es probable que Lee sea procesado a partir del miércoles próximo y que el Tribunal tome una decisión esa misma noche o el jueves por la mañana.
Yonhap destacó que si se emite la orden de arresto a Lee, se convertirá en el cuarto expresidente del país en ser aprehendido por cargos criminales.
Ante la solicitud de arresto contra el expresidente, la oficina del asistente de Lee publicó esta tarde una declaración, en la que rechazó la medida de la fiscalía, argumentando que no se pueden aceptar los cargos superpuestos por los fiscales del Estado.
La oficina también dijo que Lee "luchará con un esfuerzo pleno para sacar la verdad en la Corte", añadiendo que la solicitud de su orden de arresto había sido prevista, dado el progreso de lo que describió como "un esquema político dirigido por el Estado para matar a Lee Myung-bak desde el día en que el gobierno de Moon Jae-in asumió el cargo".
Lee sostiene que todo es una represalia política por parte de la actual administración por la muerte del expresidente Roh Moo-hyun, quien se suicidó en 2009 cuando estaba siendo investigando por presunta corrupción.
Roh fue obligado por la justicia a comparecer para ser interrogado, acto que tomó como una humillación que muchos creen condujo al suicidio.
