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Un grupo de inversionistas mexicanos liderado por Antonio del Valle ha ampliado su ofensiva para recuperar el dinero perdido en el español Banco Popular. Los nuevos frentes abiertos son dos: la reclamación de 470 millones de euros al gobierno de España, y un proceso judicial en Estados Unidos en contra del Banco Santander.
Santander compró el Popular el pasado 7 de junio por un euro después de que la entidad viviera una dramática crisis de liquidez. Los mexicanos perjudicados por la operación, que acumulaban 4% de la propiedad del banco antes de perderla, han tenido problemas para encontrar una estrategia con la cual reclamar su dinero.
Del Valle no ha podido sumarse a los procesos abiertos por otros grupos de accionistas contra el antiguo consejo del Banco Popular (al que acusan de haber gestionado mal el banco) porque él mismo formaba parte de ese consejo.
Por ello, hasta ahora ha ido sólo contra las autoridades bancarias que decidieron resolver el Popular (la Junta Única de Resolución en Europa y el FROB en España, dependiente del gobierno) y contra su comprador, Santander. En agosto, Del Valle se sumó a los accionistas que recurrieron ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la resolución del banco.
Diarios económicos españoles revelaron el martes que el 22 de enero Del Valle encontró en Estados Unidos una vía para destapar informes confidenciales del Popular con los que apoyar su ofensiva judicial. Al frente de 44 inversionistas mexicanos, ha presentado una demanda al tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York para reclamar los documentos de la compra del Popular.
La demanda se presentó por medio del bufete estadounidense Kirkland & Ellis, y aprovecha que, como empresa que trabaja en EU, Santander estaría bajo la jurisdicción comercial del país.
El proceso es una estrategia para conseguir documentación, pero donde los inversionistas mexicanos centran la posibilidad de recuperar su capital es en el arbitraje internacional que han presentado contra España por violar el Tratado de Protección de Inversiones entre México y esa nación.
Santander compró el Popular el pasado 7 de junio por un euro después de que la entidad viviera una dramática crisis de liquidez. Los mexicanos perjudicados por la operación, que acumulaban 4% de la propiedad del banco antes de perderla, han tenido problemas para encontrar una estrategia con la cual reclamar su dinero.
Del Valle no ha podido sumarse a los procesos abiertos por otros grupos de accionistas contra el antiguo consejo del Banco Popular (al que acusan de haber gestionado mal el banco) porque él mismo formaba parte de ese consejo.
Por ello, hasta ahora ha ido sólo contra las autoridades bancarias que decidieron resolver el Popular (la Junta Única de Resolución en Europa y el FROB en España, dependiente del gobierno) y contra su comprador, Santander. En agosto, Del Valle se sumó a los accionistas que recurrieron ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la resolución del banco.
Diarios económicos españoles revelaron el martes que el 22 de enero Del Valle encontró en Estados Unidos una vía para destapar informes confidenciales del Popular con los que apoyar su ofensiva judicial. Al frente de 44 inversionistas mexicanos, ha presentado una demanda al tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York para reclamar los documentos de la compra del Popular.
La demanda se presentó por medio del bufete estadounidense Kirkland & Ellis, y aprovecha que, como empresa que trabaja en EU, Santander estaría bajo la jurisdicción comercial del país.
El proceso es una estrategia para conseguir documentación, pero donde los inversionistas mexicanos centran la posibilidad de recuperar su capital es en el arbitraje internacional que han presentado contra España por violar el Tratado de Protección de Inversiones entre México y esa nación.
