Desesperados, los venezolanos llegan a Brasil

Hambrientos y enfermos, víctimas de la crisis en su país deciden probar suerte en el país vecino

Desesperados, los venezolanos llegan a Brasil

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Pacaraima, Bra.- Hambrientos y desahuciados, decenas de miles de víctimas de la crisis política y económica de Venezuela están probando suerte en Brasil, un país cuyo idioma no conocen, con condiciones poco óptimas y donde pocas localidades fronterizas los reciben.

Muchos llegan débiles a consecuencia del hambre y sin dinero para alojarse en un hotel, para comprar comida o el boleto de 9 dólares hasta Boa Vista, la capital del estado brasileño de Roraima, conocido en los círculos de venezolanos como un lugar que ofrece tres comidas al día. En docenas de entrevistas realizadas a lo largo de cuatro días, muchos dijeron que en el último año no habían tenido más de una comida al día.

Algunos vestían prendas que les venían anchas, tenían la cara demacrada y complicaciones médicas que iban desde niños con sarampión hasta diabéticos sin insulina.

Kritce Montero intentaba calmar a su hijo Héctor, de seis meses, que lloraba de hambre incluso tras ser amamantado, mientras su familia y otros cientos de venezolanos esperaban para ser procesados en la frontera.

Aunque los venezolanos emigraron en masa en los últimos años, hasta hace poco Brasil había recibido a relativamente pocos. Cientos de miles se fueron a Colombia, pero las autoridades de esa nación, como otras en Sudamérica, están reforzando sus fronteras.

Brasil, donde se habla portugués, se ha convertido en la única alternativa aunque los venezolanos no encuentren comodidades allí.

Las autoridades brasileñas estiman que en Boa Vista viven 40.000 venezolanos, más del 12% de la población de una ciudad que ya era pobre y no podía ofrecer muchas oportunidades a sus residentes.

La mayoría llegaron en los últimos meses, ejerciendo una intensa presión sobre el sistema de salud público, las prisiones y las organizaciones de voluntarios e iglesias que soportan la mayor carga cuando se trata de alimentarlos.
Durante una reunión con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, el mandatario de Brasil Michel Temer dijo que la migración de los venezolanos tenía un efecto “desestabilizador”.