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La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (CSW) llamó hoy a gobiernos y grupos de la sociedad civil a impulsar reformas legales que promuevan el empoderamiento de las niñas y las mujeres de las comunidades rurales.
Al concluir su sesión anual, iniciada hace 15 días en la sede de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, los Estados miembros del organismo firmaron un acuerdo donde reconocen la importancia de que se garanticen los derechos y el desarrollo de las mujeres y las niñas de las comunidades rurales.
Entre tales derechos destaca la seguridad alimentaria y la nutrición, el derecho a la tierra, al agua, el trabajo y a una vida libre de violencia y sin pobreza. El acuerdo reconoció que las mujeres y niñas de las zonas rurales constituyen a menudo la población más marginada de la sociedad.
En la actualidad, mil 600 millones de personas viven en la pobreza y casi el 80 por ciento de aquellas que están en pobreza extrema son de zonas rurales.
Asimismo, del total de personas que viven en pobreza, la mayoría son mujeres, quienes siguen estando en desventaja social y económica, de acuerdo con la ONU.
Las mujeres, por ejemplo, tienen menos acceso a recursos y oportunidades económicas, educación de calidad, atención médica, tierras, insumos y recursos agrícolas, infraestructura y tecnología, justicia y protección social, según el organismo.
La directora de ONU-Mujeres y secretaria de la CSW, Phumzile Mlambo-Ngcuka, expresó que el acuerdo representa un avance importante debido a que tomó en cuenta a las más de cuatro mil representantes de más de 600 organismos civiles de mujeres en el mundo.
“Estos acuerdos se realizan en las salas de reuniones de Nueva York, pero deben tener efecto en las vidas de las mujeres y niñas a quienes estamos aquí para servir”, sostuvo Mlambo-Ngcuka.
Entre los acuerdos destacan el compromiso para adoptar reformas a fin de eliminar las leyes y normas discriminatorias para que las mujeres tengan el mismo acceso a los recursos económicos y productivos, incluidos la tierra y los recursos naturales, la propiedad y los derechos de herencia.
Así como intensificar el progreso hacia entornos educativos sólidos en todos los niveles, incluido el cierre de las brechas de género en la educación secundaria y de nivel superior en las zonas rurales.
Además de la prestación de servicios sociales de calidad para reducir la desproporcionada atención no remunerada y el trabajo doméstico de mujeres y niñas de las regiones rurales.
Garantizar que las mujeres de las zonas rurales tengan acceso a empleos decentes con el mismo salario por trabajo de igual valor, y que participen por igual en todas las decisiones, desde los hogares hasta los foros comunitarios.
Aumentar la infraestructura y la tecnología esencial para mejorar el acceso al agua potable segura,a estufas no contaminantes, instalaciones de saneamiento y conectividad.
Intensificar las inversiones para garantizar su seguridad alimentaria y nutricional, y aumentar la inclusión financiera y el acceso a los servicios financieros de las mujeres agricultoras.
También incrementar la cobertura de salud universal y atención de mujeres y niñas en las zonas rurales para que accedan a servicios de salud sexual y reproductiva.
Finalmente, la CSW llamó a acelerar las medidas para poner fin a todas las formas de violencia contra la mujer, incluidas las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
Al concluir su sesión anual, iniciada hace 15 días en la sede de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, los Estados miembros del organismo firmaron un acuerdo donde reconocen la importancia de que se garanticen los derechos y el desarrollo de las mujeres y las niñas de las comunidades rurales.
Entre tales derechos destaca la seguridad alimentaria y la nutrición, el derecho a la tierra, al agua, el trabajo y a una vida libre de violencia y sin pobreza. El acuerdo reconoció que las mujeres y niñas de las zonas rurales constituyen a menudo la población más marginada de la sociedad.
En la actualidad, mil 600 millones de personas viven en la pobreza y casi el 80 por ciento de aquellas que están en pobreza extrema son de zonas rurales.
Asimismo, del total de personas que viven en pobreza, la mayoría son mujeres, quienes siguen estando en desventaja social y económica, de acuerdo con la ONU.
Las mujeres, por ejemplo, tienen menos acceso a recursos y oportunidades económicas, educación de calidad, atención médica, tierras, insumos y recursos agrícolas, infraestructura y tecnología, justicia y protección social, según el organismo.
La directora de ONU-Mujeres y secretaria de la CSW, Phumzile Mlambo-Ngcuka, expresó que el acuerdo representa un avance importante debido a que tomó en cuenta a las más de cuatro mil representantes de más de 600 organismos civiles de mujeres en el mundo.
“Estos acuerdos se realizan en las salas de reuniones de Nueva York, pero deben tener efecto en las vidas de las mujeres y niñas a quienes estamos aquí para servir”, sostuvo Mlambo-Ngcuka.
Entre los acuerdos destacan el compromiso para adoptar reformas a fin de eliminar las leyes y normas discriminatorias para que las mujeres tengan el mismo acceso a los recursos económicos y productivos, incluidos la tierra y los recursos naturales, la propiedad y los derechos de herencia.
Así como intensificar el progreso hacia entornos educativos sólidos en todos los niveles, incluido el cierre de las brechas de género en la educación secundaria y de nivel superior en las zonas rurales.
Además de la prestación de servicios sociales de calidad para reducir la desproporcionada atención no remunerada y el trabajo doméstico de mujeres y niñas de las regiones rurales.
Garantizar que las mujeres de las zonas rurales tengan acceso a empleos decentes con el mismo salario por trabajo de igual valor, y que participen por igual en todas las decisiones, desde los hogares hasta los foros comunitarios.
Aumentar la infraestructura y la tecnología esencial para mejorar el acceso al agua potable segura,a estufas no contaminantes, instalaciones de saneamiento y conectividad.
Intensificar las inversiones para garantizar su seguridad alimentaria y nutricional, y aumentar la inclusión financiera y el acceso a los servicios financieros de las mujeres agricultoras.
También incrementar la cobertura de salud universal y atención de mujeres y niñas en las zonas rurales para que accedan a servicios de salud sexual y reproductiva.
Finalmente, la CSW llamó a acelerar las medidas para poner fin a todas las formas de violencia contra la mujer, incluidas las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
