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Los países de la Liga Árabe (LA) refrendaron su apoyo a Palestina en su añejo conflicto con Israel y su rechazo al próximo traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, dejando de lado los recientes ataques occidentales en Siria.
En la declaración final de su 29ª Cumbre, difundida este lunes, los líderes árabes colocaron el tema palestino como tema central de las cuestiones internas del bloque y los asuntos pendientes de la región, como la normalización de las relaciones diplomáticas con Qatar, después de que por años fue colocado al final.
“La cumbre de este año es particularmente importante, debido a una serie de cuestiones apremiantes que afectan a la región, como la decisión de diciembre del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de trasladar la embajada de los Estados Unidos a Jerusalén”, indicó la resolución de 29 puntos.
El rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdel Aziz Al Saud, anunció la víspera durante su discurso inaugural de la 29ª Cumbre de la Cumbre de la Liga Árabe, que la reunión sería la "Cumbre de Jerusalén", enfatizando su apoyo a la causa palestina.
"Me gustaría anunciar que la 29ª Cumbre Árabe se llama la ‘Cumbre de Jerusalén’ para que todos sepan que Palestina y su pueblo están en la conciencia de todos los árabes y musulmanes", dijo el monarca saudita ante los líderes árabes, entre ellos Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina (AP).
Los primeros siete puntos de la declaración final del encuentro hacen énfasis la causa palestina, la importancia de Jerusalén para la identidad árabe y su respaldo para que sea la capital del futuro Estado palestino, según un reporte de la televisión Al Yazira.
La declaración también critica la decisión de Trump sobre el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y da la bienvenida a la condena que hizo Naciones Unidas (ONU) sobre ello, agradeciendo a los países que votaron a favor de Palestina y sus aliados árabes.
Además, el documento condena los intentos de Israel de cambiar el estatuto de Jerusalén y pide la aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre Palestina en general y Jerusalén en particular.
Pese a que la cumbre de la Liga Árabe se celebró un día después de los ataques que Estados Unidos y sus aliados lanzaron contra Siria por su presunto uso de armas químicas contra civiles la semana pasada, los líderes árabes omitieron el tema en su declaración, debido a las diferencias que existen sobre el asunto.
De hecho, en algunos puntos de la declaración muestra claramente las diferencias que siempre han existido entre los Estados del Golfo y el resto de los países árabes tienen sobre el tema de Siria, principalmente entre Arabia y Egipto.
El presidente egipcio Abdel Fattah El-Sisi aprovechó el encuentro para hablar sobre las denuncias de uso de armas químicas por parte del gobierno sirio y dijo que "es necesario que haya una investigación internacional independiente sobre su uso".
Mientras tanto, el gobierno de Arabia Saudita condenó el uso agentes neurotóxicos contra civiles sirios que viven en la región de Ghouta Oriental, pero sin hacer referencia a la necesidad de investigación sobre el presunto ataque químico de la semana pasada.
Ante sus claras diferencias, al final la declaración enumera una serie de cuestiones que de manera general interesan al bloque árabe, como el apoyo de Irán a las milicias Houthi en Yemen, que han lanzado misiles balísticos contra ciudades sauditas, así como la situación en Sudán, Libia, Irak y Somalia.
La resolución final de la cumbre reitera su apoyo a la prevención de la intervención extranjera en cuestiones internas árabes y alienta al establecimiento de la normalización de las relaciones diplomáticas entre los países árabes vecinos.
En la declaración final de su 29ª Cumbre, difundida este lunes, los líderes árabes colocaron el tema palestino como tema central de las cuestiones internas del bloque y los asuntos pendientes de la región, como la normalización de las relaciones diplomáticas con Qatar, después de que por años fue colocado al final.
“La cumbre de este año es particularmente importante, debido a una serie de cuestiones apremiantes que afectan a la región, como la decisión de diciembre del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de trasladar la embajada de los Estados Unidos a Jerusalén”, indicó la resolución de 29 puntos.
El rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdel Aziz Al Saud, anunció la víspera durante su discurso inaugural de la 29ª Cumbre de la Cumbre de la Liga Árabe, que la reunión sería la "Cumbre de Jerusalén", enfatizando su apoyo a la causa palestina.
"Me gustaría anunciar que la 29ª Cumbre Árabe se llama la ‘Cumbre de Jerusalén’ para que todos sepan que Palestina y su pueblo están en la conciencia de todos los árabes y musulmanes", dijo el monarca saudita ante los líderes árabes, entre ellos Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina (AP).
Los primeros siete puntos de la declaración final del encuentro hacen énfasis la causa palestina, la importancia de Jerusalén para la identidad árabe y su respaldo para que sea la capital del futuro Estado palestino, según un reporte de la televisión Al Yazira.
La declaración también critica la decisión de Trump sobre el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y da la bienvenida a la condena que hizo Naciones Unidas (ONU) sobre ello, agradeciendo a los países que votaron a favor de Palestina y sus aliados árabes.
Además, el documento condena los intentos de Israel de cambiar el estatuto de Jerusalén y pide la aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre Palestina en general y Jerusalén en particular.
Pese a que la cumbre de la Liga Árabe se celebró un día después de los ataques que Estados Unidos y sus aliados lanzaron contra Siria por su presunto uso de armas químicas contra civiles la semana pasada, los líderes árabes omitieron el tema en su declaración, debido a las diferencias que existen sobre el asunto.
De hecho, en algunos puntos de la declaración muestra claramente las diferencias que siempre han existido entre los Estados del Golfo y el resto de los países árabes tienen sobre el tema de Siria, principalmente entre Arabia y Egipto.
El presidente egipcio Abdel Fattah El-Sisi aprovechó el encuentro para hablar sobre las denuncias de uso de armas químicas por parte del gobierno sirio y dijo que "es necesario que haya una investigación internacional independiente sobre su uso".
Mientras tanto, el gobierno de Arabia Saudita condenó el uso agentes neurotóxicos contra civiles sirios que viven en la región de Ghouta Oriental, pero sin hacer referencia a la necesidad de investigación sobre el presunto ataque químico de la semana pasada.
Ante sus claras diferencias, al final la declaración enumera una serie de cuestiones que de manera general interesan al bloque árabe, como el apoyo de Irán a las milicias Houthi en Yemen, que han lanzado misiles balísticos contra ciudades sauditas, así como la situación en Sudán, Libia, Irak y Somalia.
La resolución final de la cumbre reitera su apoyo a la prevención de la intervención extranjera en cuestiones internas árabes y alienta al establecimiento de la normalización de las relaciones diplomáticas entre los países árabes vecinos.
