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Si bien particulares acuden al albergue para dar empleo a los migrantes, se acuerda con los empleadores que no debe existir explotación laboral, informó Rolando Maldonado Salas, presbítero y director de la Casa del Migrante.
El también director de Cáritas Diocesanas de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, comunicó que los solicitantes de mano de obra no son propiamente empresas, sino particulares o dueños de algún comercio que requieren empleados para dos o tres días de labores.
En entrevista, expuso que no hay empresas que acudan a ofertar trabajo a los centroamericanos, pues de ser así tendrían que darse de alta ante el Instituto Nacional de Migración (INM) como empleador y estar regularizadas en ese sentido.
Maldonado Salas explicó que los empleos donde laboran los residentes de la Casa del Migrantes, van desde ir a trabajar en el sector agrícola, en obras de construcción, en ferreterías, por mencionar algunos.
De acuerdo con el clérigo, si bien los empleados no reciben seguridad social por su condición de falta de documentación, entre la Casa y el empleador se establece un compromiso para compartir responsabilidad ante posibles accidentes de las personas.
“Aquí lo que cuidamos mucho, es que quienes ya están comprometidos de alguna forma para darles empleo (a los migrantes)…manejamos un relación muy estrecha para con ellos, y en ese compromiso de que no van a abusar, o sea que no se va a dar la explotación laboral”, comentó.
Este jueves por la mañana, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) presentó en el albergue arquidiocedsano el informe "Ignoradas y Sin Protección. La Mortal Devolución de Personas Centroamericanas Solicitantes de Asilo desde México".
El también director de Cáritas Diocesanas de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, comunicó que los solicitantes de mano de obra no son propiamente empresas, sino particulares o dueños de algún comercio que requieren empleados para dos o tres días de labores.
En entrevista, expuso que no hay empresas que acudan a ofertar trabajo a los centroamericanos, pues de ser así tendrían que darse de alta ante el Instituto Nacional de Migración (INM) como empleador y estar regularizadas en ese sentido.
Maldonado Salas explicó que los empleos donde laboran los residentes de la Casa del Migrantes, van desde ir a trabajar en el sector agrícola, en obras de construcción, en ferreterías, por mencionar algunos.
De acuerdo con el clérigo, si bien los empleados no reciben seguridad social por su condición de falta de documentación, entre la Casa y el empleador se establece un compromiso para compartir responsabilidad ante posibles accidentes de las personas.
“Aquí lo que cuidamos mucho, es que quienes ya están comprometidos de alguna forma para darles empleo (a los migrantes)…manejamos un relación muy estrecha para con ellos, y en ese compromiso de que no van a abusar, o sea que no se va a dar la explotación laboral”, comentó.
Este jueves por la mañana, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) presentó en el albergue arquidiocedsano el informe "Ignoradas y Sin Protección. La Mortal Devolución de Personas Centroamericanas Solicitantes de Asilo desde México".
