Argentinas libran batalla por el aborto

Argentinas libran batalla por el aborto

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Buenos Aires, Arg.- Natalia Rodas recuerda los abdominales que hacía en el piso y cómo levantaba frazadas mojadas para que tuvieran más peso. Le habían dicho que después de tomar las pastillas estos ejercicios la ayudarían a interrumpir el embarazo que no deseaba. Y mientras esperaba que sucediera, bebía té con hierbas para relajarse.

Rodas, de 31 años, consiguió la medicación abortiva de manera clandestina en una farmacia de su barrio en un suburbio de clase baja al norte de Buenos Aires. Tuvo que desembolsar más del doble del sueldo que cobraba como empleada administrativa. Tomó algunas pastillas y otras se las colocó en la vagina, sin certezas sobre el origen y estado del medicamento, y empezó la rutina de ejercicios físicos que le había recomendado una conocida.

Días después los calambres abdominales se intensificaron, fue al baño, hizo fuerza “como de un parto” y expulsó el saco gestacional con el embrión. “Gracias al aborto ilegal viví situaciones horribles”, admitió la mujer. Su pareja de entonces no quería hacerse cargo y su situación económica no le permitía asumir la responsabilidad de criar sola a un niño.

En Argentina, donde el aborto está penalizado por ley excepto en los casos de violación o riesgo para la vida o salud de la madre, las mujeres se exponen a un calvario si deciden interrumpir un embarazo. Sobre todo las pobres, quienes se someten a los métodos más inseguros.

Pero la patria del papa Francisco parece estar más cerca que nunca de legalizar el aborto después de que el poder de movilización de miles de mujeres llevó al conservador presidente Mauricio Macri a promover por primera vez en la historia el debate en el Congreso de un proyecto de ley para legalizar el aborto hasta la semana 14 de gestación.

El proyecto que permitiría el procedimiento fue presentado al Congreso a principios de este año con el respaldo de 70 legisladores de todo el espectro político.