Con una nueva generación del A-Class, Mercedes Benz se propuso redefinir completamente el lujo moderno en la clase compacta y revolucionar el diseño de interiores.

Tecnológicamente, la nueva Clase A no solo ocupa el primer lugar gracias a MBUX (Experiencia de Usuario de Mercedes-Benz, el sistema de infoentretenimiento de la marca): también ofrece una serie de funciones que antes eran exclusivas de la clase de lujo.

“Las nuevas tecnologías deben centrar la atención en las personas y facilitarles la vida. La nueva A-Class lo hace de muchas maneras, y se convierte en una compañía emotivamente atractiva e inteligente”, dice Ola Källenius, miembro del Consejo de Administración de Daimler AG responsable de Group Research y Mercedes-Benz Cars. “Un buen ejemplo es MBUX: Experiencia de usuario de Mercedes-Benz: combina una operación intuitiva y natural con un software de aprendizaje inteligente”.

Mide ahora 4,41 metros de largo, 12 centímetros más que el anterior, y es también otros seis centímetros más alto. Gana 3,6 centímetros de espacio para las piernas delante y otros 3,5 atrás, y mejora también en anchura a la altura de los hombros.

El portón posterior gana un 10% de visibilidad y la capacidad del maletero sube a 370 litros, 29 más.

Tiene un CX o coeficiente aerodinámico de 0,25, récord en su categoría, frente a los 0.27 del modelo anterior, que traducido a cifras, esas dos décimas aportan una reducción de 0,15 litros en el consumo medio de combustible en área urbana y de 0,24 litros cuando se circula en autopista. Para hacerse una idea, lograr esas bajadas de consumo reduciendo el peso exigiría aligerarlo 100 y 200 kilos, respectivamente.

No por nada, el rediseño del Clase A pasó más de 600 horas en el túnel de viento y su piso inferior es carenado, es decir, lleva un revestimiento de material que se adapta al chasis en con fines aerodinámicos y lo protege de la degradación severa sin el peso de un laminado en metal. El resultado es un auto más grande que el anterior modelo pero que redujo su peso en 20 kilos, gracias al uso de aceros especiales y aluminio.

Este Clase A estrena la aplicación Mercedes Me App, que entre otras cosas permite adquirir un adhesivo o tarjeta-llave que se pega en la cara trasera del celular y sirve para abrir el coche y arrancarlo sin necesidad de llevar la llave encima: basta con acercar el teléfono.

Mercedes Me permite también enviar a otro usuario una llave temporal virtual con el teléfono celular que permite abrir y conducir el vehículo durante un plazo autorizado; se desactiva una vez concluido el préstamo. Y avisa al dueño si se produce un accidente, informa del gasto de combustible en ese período, etc. Incluye también un asistente virtual en la nube similar a Siri (Apple), que se activa con la palabra Mercedes y permite hacer cualquier consulta con voz.

El tablero está dividido en dos secciones horizontales tridimensionales: la sección inferior visualmente parece flotar en frente del tablero. La iluminación mejora este efecto con 64 colores de la iluminación ambiental opcional hacen cinco veces más colores disponibles que antes.

Hay una doble pantalla de serie, de 7 pulgadas cada una, y por primera vez táctil en Mercedes. Las pantallas están disponibles en tres versiones de dupla: dos de 7 pulgadas; una de 7 y la otra de 10.25 pulgadas o dos de diez pulgadas.

A pesar de su aspecto deportivo, la nueva Clase A tiene un valor de utilidad considerablemente mayor. Tiene sensores traseros para vehículos lentos que se mueven, se detienen o estacionarios, e incluso cruzando peatones y ciclistas, o evitándolos por completo para no correr riesgo.

La pieza central del concepto de seguridad del cuerpo es la celda de pasajeros altamente rígida. Su gran rigidez cuando se somete a tensiones inducidas por accidentes, por ejemplo, en colisiones frontales, laterales o traseras y vuelcos, se debe sobre todo al mayor uso de chapa de acero de alta resistencia, ultra alta resistencia y endurecida a presión.