DEBATE 2018: Anaya, por el contraste de ideas

DEBATE 2018: Anaya, por el contraste de ideas

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CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, busca en el debate contrastar su proyecto con el de sus adversarios y despegar. Confía en que el evento sea un intercambio "muy libre" de ideas que abone al voto informado de los ciudadanos el próximo 1 de julio.
Anaya Cortés dice que, más que preparado para el debate, tiene "muy clara" la propuesta que defenderá este 22 de abril en el Palacio de Minería, en la Ciudad de México.
El abanderado presidencial de Por México al Frente asegura que hasta ahora no se ha asesorado con nadie en particular.
"Creo que el debate, más que una preparación de frases hechas, debe de ser un ejercicio de discusión, para el cual me siento preparado", expresa.
Sostiene que él no irá a descalificar, sino a debatir ideas, contrastar propuestas y, sobre todo, a explicar y detallar que el proyecto político que plantea es el más conveniente para el país.
Asevera que entre sus fortalezas está que tiene muy claras sus propuestas y lo que cree que le conviene al país.
Sobre sus debilidades, el candidato responde que confía en que en el debate se privilegien las fortalezas.
Este ejercicio organizado por el INE, enfatiza, es el espacio para poder contrastar propuestas, posiciones, ideas de gobierno.
"De lo que estoy convencido es de que representamos alternativas completamente distintas", indica.

El candidato que soñaba con ser astronauta
Nadie en su familia es político ni le interesó militar en un partido, sólo a él. A sus 39 años, Ricardo Anaya Cortés aspira a ser Presidente, anhelo que construyó y vio posible cuando asumió la dirigencia del PAN.
De niño soñaba con ser astronauta, veterinario o doctor; quizá esa aspiración de tripular naves espaciales colocó en el panista el chip para protagonizar una meteórica carrera.
"El Cerillo", como también se le conoce desde su adolescencia por el color de su cabello, es maestro en Derecho Fiscal por la Universidad del Valle de México y doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM, de donde egresó con una mención honorífica.
Pero también es un ave de tempestades. En su carrera política ha sembrado lealtades, pero también ha sido tachado de "traidor" y de no cumplir su palabra, como lo acusó en su momento su antecesor en la dirigencia del blanquiazul, Gustavo Madero.
Gusta de comer enchiladas, sobre todo las queretanas. Se dice autodidacta. Le gusta cantar y bailar, aunque no sea muy virtuoso. No toca ningún instrumento musical de manera profesional, pero tiene la noción de tres o cuatro de ellos; su favorito: el piano. La música lo relaja.