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La Resistencia contra el nazifascismo en Italia fue un movimento variado y amplio y no solamente una guerra partisana, aseguró hoy el presidente Sergio Mattarella al conmemorar el 73 aniversario de la Liberación.
En un discurso en el Altar a la Patria, en el centro de Roma, Mattarella subrayó que en el combate al fascismo estuvieorn por una parte “los asesinos, los perseguidores de hebreos”y por la otra “la civilización, la libertad, el repeto a los derechos inviolables de toda persona”.
“La Resistencia fue un movimiento amplio y variado. Durante largo tiempo ha sido representada casi exclusivamente como sinónimo de guerra partisana”, señaló.
En la ceremonia estuvieron presentes también el primer ministro en funciones, Paolo Gentilono, quien en Twitter llamó a recordar “a quienes combatieron por nuestra libertad contra los horrores de la dictadura”, además de los presidentes del Senado y de la Cámara de diputados, Elisabetta Alberti Casellati y Roberto Fico, entre otros.
Mattarella depositó una corona de flores en el monumento al Soldado Desconocido, mientras Gentiloni hizo lo propio en las Fosas Ardeatinas, donde los nazis asesinaron en marzo de 1944 a 335 civiles en represalia por un atentado contra militares alemanes ocurrido dìas antes en el centro de Roma.
En tanto, la comunidad judía de de la decidió no participar en la tradicional marcha para conmemorar la Liberación, debido a la presencia de organizaciones pro palestinas.
En Milán la Brigada Hebrea recibió rechiflas por los recientes hechos en Isarel contra los palestinos, mientras en Florencia los enfrentamientos concluyeron con cuatro arrestos.
El 25 de abril de 1945 fue el día en el que el Comité de Liberación Nacional de Alta Italia proclamó la insurrección general en todos los territorios que todavía estaban ocupados por los nazis y los fascistas.
Tres días después el dictador, Benito Mussolini, su amante Claretta Petacci y otros jerarcas fascistas fueron fusilados tras ser arrestados por los partisanos cuando pretendían escapar a Suiza escondidos con una columna de soldados alemanes.
Los cuerpos del Duce y Petacci, en particular, fueron ultrajados por la multitud en la plaza Loreto de Milán, donde habían sido colgados.
El primero de mayo de 1945 todo el norte de Italia estaba liberado, mientras desde el sur avanzaban las tropas aliadas, que se proclamaron victoriosas dos días después.
En un discurso en el Altar a la Patria, en el centro de Roma, Mattarella subrayó que en el combate al fascismo estuvieorn por una parte “los asesinos, los perseguidores de hebreos”y por la otra “la civilización, la libertad, el repeto a los derechos inviolables de toda persona”.
“La Resistencia fue un movimiento amplio y variado. Durante largo tiempo ha sido representada casi exclusivamente como sinónimo de guerra partisana”, señaló.
En la ceremonia estuvieron presentes también el primer ministro en funciones, Paolo Gentilono, quien en Twitter llamó a recordar “a quienes combatieron por nuestra libertad contra los horrores de la dictadura”, además de los presidentes del Senado y de la Cámara de diputados, Elisabetta Alberti Casellati y Roberto Fico, entre otros.
Mattarella depositó una corona de flores en el monumento al Soldado Desconocido, mientras Gentiloni hizo lo propio en las Fosas Ardeatinas, donde los nazis asesinaron en marzo de 1944 a 335 civiles en represalia por un atentado contra militares alemanes ocurrido dìas antes en el centro de Roma.
En tanto, la comunidad judía de de la decidió no participar en la tradicional marcha para conmemorar la Liberación, debido a la presencia de organizaciones pro palestinas.
En Milán la Brigada Hebrea recibió rechiflas por los recientes hechos en Isarel contra los palestinos, mientras en Florencia los enfrentamientos concluyeron con cuatro arrestos.
El 25 de abril de 1945 fue el día en el que el Comité de Liberación Nacional de Alta Italia proclamó la insurrección general en todos los territorios que todavía estaban ocupados por los nazis y los fascistas.
Tres días después el dictador, Benito Mussolini, su amante Claretta Petacci y otros jerarcas fascistas fueron fusilados tras ser arrestados por los partisanos cuando pretendían escapar a Suiza escondidos con una columna de soldados alemanes.
Los cuerpos del Duce y Petacci, en particular, fueron ultrajados por la multitud en la plaza Loreto de Milán, donde habían sido colgados.
El primero de mayo de 1945 todo el norte de Italia estaba liberado, mientras desde el sur avanzaban las tropas aliadas, que se proclamaron victoriosas dos días después.
