Perfil. Armando Contreras, un reportero "de otro tiempo"

Perfil. Armando Contreras, un reportero de otro tiempo

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La mañana de este jueves, la televisora TV Azteca informó sobre el fallecimiento del reportero Armando Contreras González. "Armando Contreras permanecerá en la memoria de todos los mexicanos que apreciábamos su trabajo en Azteca Noticias", indicó la televisora donde el periodista trabajaba.
Según algunos medios, el reportero padecía cáncer, sin embargo las causas de su muerte no han sido dadas a conocer. A través de varias notas durante los noticiarios de TV Azteca, sus compañeros recordaron su trayectoria en el periodismo y como cronista de la Ciudad de México.
"Naciste en la sexta década del Siglo XX, pero tu profunda cultura general y más, tu amor por la cultura urbana de México, parecía en tu trato estar ante una persona de otro tiempo un tanto más remoto", así lo indican en la cápsula que se realizó para recordarlo en el noticiero.
Contreras inició su carrera su carrera periodística en la década de 1980 con narraciones de la vida urbana de la Ciudad de México. En sus narraciones no seguía la estructura formal de pirámide invertida, es decir, no iniciaba por lo más importante para ir después desgranando detalles. En cambio, iniciaba relatando el hecho.
Según sus compañeros de TV Azteca, laboró en MVS antes de trabajar en la televisión y ganó el Premio Nacional de Periodismo.
Sus compañeros y compañeras del noticiero Hechos AM, donde trabajaba, lo describen como una persona amable y con un estilo peculiar para realizar sus narraciones.
"¿Cómo olvidar, querido Armando tu incondicional afición al Atlante?", cuenta la cápsula informativa que se realizó en el noticiario de la televisora.
Reporteaba la vida cotidiana y la cultura urbana. Contaba con dos segmentos dentro de los noticiarios de TV Azteca, uno era "Del dicho al hecho" donde explicaba qué significaba los refranes que usamos incluso decía el origen de los mismo.
El otro segmento era "Pata de Perro", donde presentaba las tradiciones y la vida cotidiana dentro de la Ciudad de México.
Se le recuerda también por su característico sombrero y gabardina que usaba al momento de transmitir.
Le sobreviven tres hijas: Adriana, Andrea y Paulina. Su esposa falleció años antes.