Pamplona, Esp.- La condena por abuso sexual, y no por violación, a cinco hombres, conocidos como “la manada”, que agredieron en grupo a una joven durante los Sanfermines de 2016 generó el día de ayer un fuerte rechazo en el país español y la convocatoria de movilizaciones en todo el país en apoyo y solidaridad con la víctima.
En su fallo, hecho público en medio de una gran expectación mediática, la Audiencia de Navarra (norte de España) condena a los cinco acusados a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual continuado al entender que los abusos se produjeron sin el consentimiento de la joven, pero no se dio uso de la violencia ni intimidación, condiciones para que la agresión se considere violación.
La sentencia provocó la indignación de los colectivos feministas reunidos a las puertas de la Audiencia que mostraron su rechazo al grito de “No es abuso, es violación”, además de cientos de mensajes de todo el mundo en las redes sociales con las etiquetas #EstaEsNuestraManada, #YoSiTeCreo, #JusticiaPatriarcal o #NoEsNo.
“Nos acaban de condenar a todas”, “Pase lo que pase, juntas, diversas; unidas siempre” o “No estás sola, tienes a tu verdadera manada contigo” fueron algunas de las frases más escuchadas y escritas a lo largo de la jornada, en la que se celebraron multitudinarias concentraciones celebradas por toda las regiones de España.
Miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades españolas, mientras que en la plataforma Change.org más de 200.000 apoyaban la petición de inhabilitación para los magistrados que dictaron la sentencia.
Los condenados son cinco amigos de Sevilla (Sur), -entre ellos uno era militar y otro un guardia civil-, que están en prisión provisional desde su detención tras los hechos y que siempre han defendido que las relaciones sexuales con la joven fueron consentidas.
El grupo, que se autodenominaba “la manada”, viajó el 6 de julio de 2016 a Pamplona (norte) para asistir a los Sanfermines, una de las fiestas españolas más populares, y coincidió con la joven en la madrugada del día 7.
La polémica se centró en si las relaciones sexuales fueron consentidas o forzadas, ya que en el vídeo que los acusados grabaron con un teléfono, y presentado ante el tribunal, se ve que la joven no ofreció ninguna resistencia.
En su fallo, hecho público en medio de una gran expectación mediática, la Audiencia de Navarra (norte de España) condena a los cinco acusados a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual continuado al entender que los abusos se produjeron sin el consentimiento de la joven, pero no se dio uso de la violencia ni intimidación, condiciones para que la agresión se considere violación.
La sentencia provocó la indignación de los colectivos feministas reunidos a las puertas de la Audiencia que mostraron su rechazo al grito de “No es abuso, es violación”, además de cientos de mensajes de todo el mundo en las redes sociales con las etiquetas #EstaEsNuestraManada, #YoSiTeCreo, #JusticiaPatriarcal o #NoEsNo.
“Nos acaban de condenar a todas”, “Pase lo que pase, juntas, diversas; unidas siempre” o “No estás sola, tienes a tu verdadera manada contigo” fueron algunas de las frases más escuchadas y escritas a lo largo de la jornada, en la que se celebraron multitudinarias concentraciones celebradas por toda las regiones de España.
Miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades españolas, mientras que en la plataforma Change.org más de 200.000 apoyaban la petición de inhabilitación para los magistrados que dictaron la sentencia.
Los condenados son cinco amigos de Sevilla (Sur), -entre ellos uno era militar y otro un guardia civil-, que están en prisión provisional desde su detención tras los hechos y que siempre han defendido que las relaciones sexuales con la joven fueron consentidas.
El grupo, que se autodenominaba “la manada”, viajó el 6 de julio de 2016 a Pamplona (norte) para asistir a los Sanfermines, una de las fiestas españolas más populares, y coincidió con la joven en la madrugada del día 7.
La polémica se centró en si las relaciones sexuales fueron consentidas o forzadas, ya que en el vídeo que los acusados grabaron con un teléfono, y presentado ante el tribunal, se ve que la joven no ofreció ninguna resistencia.