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Los alumnos y ex-alumnos del Tecnológico de Monterrey, sorprenden al público potosino con “El Libro de la Vida”, una obra musical basada en la película de Fox Filmed Entretainment, realizada por el cineasta Jorge R. Gutiérrez. Este fin de semana fue el estreno y tuvo una breve temporada en el Centro Cultural Universitario Bicentenario (CC200).
La historia resalta la tradición del Día de Muertos en México, la puesta en escena, respeta el planteamiento original de la película donde “La catrina” –gobernante de la tierra de los recordados- y “Xibalba” –gobernante de la tierra de los olvidados-, aparecen en la celebración del Día de Muertos en el pueblo de San Ángel. Los niños “María”, “Manolo” y “Joaquín” se convertirán en adultos, y los niños pugnan por el amor de “María”.
“Manolo Sánchez”, es la representación de un hombre que lucha ante el patriarcado y lo que le es impuesto en una familia de toreros. “María Posada”, se encuentra con “Manolo” a las afueras del pueblo para declararse su amor y es mordida por la serpiente de “Xibalba”; ella muere y “Manolo” se deja morder para despertar en la “tierra de los recordados” y recuperar la vida de “María”.
Ante esta tragedia, se desarrolla otra parte importante de la historia, con los mismos escenarios de la película como “La cueva de las almas”. No obstante, hay elementos locales como el fenómeno mediático de la invitación a los “XV años de Rubí”, y son una referencia en la adaptación. La dirección general es de Kelly Silva Palomo en esta comedia musical realizada en dos actos.
Hay que destacar la gran producción de escenografía y vestuario en esta obra que es ejemplo del teatro escolar, el musical tiene un ritmo ameno por el uso del humor en algunos segmentos, pero también, por el entrenamiento de los bailarines en ballet clásico a cargo de Miguel Aguilar y Ángel García Márquez en jazz lírico; la obra es musicalizada en vivo.
A pesar de los incidentes con el audio, resalta el buen desplazamiento de la utilería y el numeroso grupo de extras, actores y bailarines entre las patas y calles del escenario. El ciclorama y los fondos de escenario pintados, así como el uso de pirotecnia entre las candilejas del proscenio; resaltan la producción.
La historia resalta la tradición del Día de Muertos en México, la puesta en escena, respeta el planteamiento original de la película donde “La catrina” –gobernante de la tierra de los recordados- y “Xibalba” –gobernante de la tierra de los olvidados-, aparecen en la celebración del Día de Muertos en el pueblo de San Ángel. Los niños “María”, “Manolo” y “Joaquín” se convertirán en adultos, y los niños pugnan por el amor de “María”.
“Manolo Sánchez”, es la representación de un hombre que lucha ante el patriarcado y lo que le es impuesto en una familia de toreros. “María Posada”, se encuentra con “Manolo” a las afueras del pueblo para declararse su amor y es mordida por la serpiente de “Xibalba”; ella muere y “Manolo” se deja morder para despertar en la “tierra de los recordados” y recuperar la vida de “María”.
Ante esta tragedia, se desarrolla otra parte importante de la historia, con los mismos escenarios de la película como “La cueva de las almas”. No obstante, hay elementos locales como el fenómeno mediático de la invitación a los “XV años de Rubí”, y son una referencia en la adaptación. La dirección general es de Kelly Silva Palomo en esta comedia musical realizada en dos actos.
Hay que destacar la gran producción de escenografía y vestuario en esta obra que es ejemplo del teatro escolar, el musical tiene un ritmo ameno por el uso del humor en algunos segmentos, pero también, por el entrenamiento de los bailarines en ballet clásico a cargo de Miguel Aguilar y Ángel García Márquez en jazz lírico; la obra es musicalizada en vivo.
A pesar de los incidentes con el audio, resalta el buen desplazamiento de la utilería y el numeroso grupo de extras, actores y bailarines entre las patas y calles del escenario. El ciclorama y los fondos de escenario pintados, así como el uso de pirotecnia entre las candilejas del proscenio; resaltan la producción.
