AMLO y Anaya, polos opuestos en 2do. debate

El formato resultó más dinámico y por primera vez ciudadanos hicieron preguntas


CIUDAD DE MÉXICO.- El segundo debate de los cuatro candidatos a la presidencia de México pareció más ágil que el primero e incorporó por primera vez preguntas de ciudadanos.

El intercambio de preguntas, respuestas y acusaciones entre los aspirantes cerró con el compromiso de los dos principales contendientes, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, a trabajar unidos después de las votaciones para defender los derechos de los migrantes mexicanos en Estados Unidos.

“Vamos a triunfar y nos vamos a unir para sacar adelante al país y la patria es primero”, dijo el izquierdista, mientras que Anaya apostó por “poner el interés de nuestro país por encima de cualquier interés personal”.

A diferencia de lo sucedido en el primer debate presidencial de México, en el que pareció que todos los candidatos se unieron para atacar al favorito, Andrés Manuel López Obrador, en este segundo hay sobre todo un cruce de insultos principalmente entre López Obrador y Ricardo Anaya.

Meade se incorporó de vez en cuando al cruce para atacarlo también, sobre todo cuando el izquierdista le situaba en el mismo bando de Anaya.

El candidato independiente, Jaime Rodríguez “El Bronco”, intentó utilizar frases y declaraciones llamativas para no quedarse fuera de las cámaras durante el cruce de acusaciones y hasta llegó a pedir a López Obrador que abrazara a Meade.

“Abrazos, no balazos”, le contestó López Obrador.

“El Bronco” incluso preguntó al público si pensaban que “cualquiera de estos tres puedan hacer el trabajo de presidente”, si se la pasaron viendo quien es “más rata” (es decir, el más ladrón).

Los candidatos coinciden en que es preciso atender mejor a los migrantes centroamericanos que cruzan México para poder exigir ese mismo trato de Estados Unidos hacia los migrantes mexicanos.

Tanto Andrés Manuel López Obrador como Ricardo Anaya apostaron por incrementar la colaboración con los países centroamericanos que son el origen de gran parte de los migrantes indocumentados. Anaya apostó por tener “las leyes que nosotros esperamos que nuestros vecinos tengan” en cuanto a migración y asilo, y lamentó que las normas actuales sean “rígidas”.

“Quien viene huyendo de la guerra, de un desastre natural, deben ser recibidos con los brazos abiertos”, dijo el candidato de la alianza Por México al Frente.

Por su parte, López Obrador aseguró que México dejará de hacer “el trabajo sucio” a Estados Unidos, controlando la entrada de centroamericanos y dijo que si gana instalará el Instituto Nacional de Migración en la frontera norte, en Tijuana.

Asimismo, abogó por una “alianza por el progreso” que incluya a toda América del Norte y a Centroamérica para incrementar el desarrollo y el progreso en estos últimos estados.

José Antonio Meade fue quien se mostró más cercano a las políticas actuales porque dijo que hay que distinguir entre los migrantes que huyen de la violencia y los que pueden estar involucrados con el crimen organizado.

El cruce de acusaciones entre López Obrador y Anaya Cortés alcanzó uno de sus puntos más altos cuando el primero acusó al joven candidato de “demagogo” y “canallita”. Anaya, por su parte, mostró su agresividad lanzando datos sobre el periodo del tabasqueños al frente de la Ciudad de México y tachando sus propuestas de “disparates” y “locuras”.

López Obrador insistió en comparar a Anaya y a Meade, pero el aspirante del PRI quiso distanciarse de su contrincante y pidió que no los mezclara “en la misma canasta”.

Antes, Ricardo Anaya aseguró que Estados Unidos no hace “absolutamente nada” para contener el flujo de armas de ese país a México por lo que dijo que él exigirá a su vecino “que también haga su parte”.