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Aunado a que el segundo debate presidencial no sirvió para que las personas definan su voto el 1 de julio, también careció de planteamientos concretos de los candidatos, valoraron analistas en ciencia política.
Asimismo, valoraron que José Antonio Meade Kuribreña continúa cargando una “mochila” muy pesada al representar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y que se ha tardado en deslindarse del presidente Enrique Peña Nieto, como antes lo hacían otros aspirantes priistas del mandatario en turno del mismo partido.
Juan Mario Solís Delgadillo, profesor-investigador de la Facultad de Derecho de la UASLP, valoró que con el formato en esta edición, la ciudadanía pudo observar el desenvolvimiento y libertad de los participantes.
Adujo que el evento fue ríspido por la modificación que permitió movilización y desplazamiento de los presentes, así como interacción con las persona asistentes, quienes les hicieron cuestionamientos.
“Hay algo que me preocupa mucho: cuando los candidatos se salen del guión de lo que tienen predeterminado, realmente patinan feo y no saben qué responder; se sienten acorralados”, señaló.
Aparte, Hugo Alejandro Borjas García, académico en ciencia política de el Colegio de San Luis (Colsan), evaluó que Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés y Meade Kuribreña tienen una calidad pobre en el debate, por lo cual, las posiciones en las encuestas no se modificarán en gran medida.
El politólogo puntualizó que todavía no se puede considerar que Meade Kuribreña está fuera de la contienda por la Presidencia de la República, por lo tanto, aún no es posible asumir una elección de dos, es decir, entre López Obrador y Anaya Cortés.
“El debate no definió nada (…) Realmente mejoró el formato, pero la calidad de los participantes sigue siendo terrible; de todos, de los cuatro (…) Qué bueno que va (Jaime Rodriguez Calderón) con ese puntaje tan pobre porque él si quedaría en escozor verlo en la Presidencia de la República”, opinó.
Asimismo, valoraron que José Antonio Meade Kuribreña continúa cargando una “mochila” muy pesada al representar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y que se ha tardado en deslindarse del presidente Enrique Peña Nieto, como antes lo hacían otros aspirantes priistas del mandatario en turno del mismo partido.
Juan Mario Solís Delgadillo, profesor-investigador de la Facultad de Derecho de la UASLP, valoró que con el formato en esta edición, la ciudadanía pudo observar el desenvolvimiento y libertad de los participantes.
Adujo que el evento fue ríspido por la modificación que permitió movilización y desplazamiento de los presentes, así como interacción con las persona asistentes, quienes les hicieron cuestionamientos.
“Hay algo que me preocupa mucho: cuando los candidatos se salen del guión de lo que tienen predeterminado, realmente patinan feo y no saben qué responder; se sienten acorralados”, señaló.
Aparte, Hugo Alejandro Borjas García, académico en ciencia política de el Colegio de San Luis (Colsan), evaluó que Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés y Meade Kuribreña tienen una calidad pobre en el debate, por lo cual, las posiciones en las encuestas no se modificarán en gran medida.
El politólogo puntualizó que todavía no se puede considerar que Meade Kuribreña está fuera de la contienda por la Presidencia de la República, por lo tanto, aún no es posible asumir una elección de dos, es decir, entre López Obrador y Anaya Cortés.
“El debate no definió nada (…) Realmente mejoró el formato, pero la calidad de los participantes sigue siendo terrible; de todos, de los cuatro (…) Qué bueno que va (Jaime Rodriguez Calderón) con ese puntaje tan pobre porque él si quedaría en escozor verlo en la Presidencia de la República”, opinó.
