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Foto: Especial
El presidente de la American Society de México, Larry David Rubin, afirma que hacia el 1 de julio lo importante no es si en México hay un gobierno de izquierda, derecha o centro, sino los proyectos conjuntos con los que puedan trabajar con Estados Unidos: "Whashington ya tiene experiencia con gobiernos canadienses de izquierda y derecha".
Tras los comicios en México, la administración de EU requerirá acercamientos con los líderes políticos mexicanos, porque "sin duda habrá un partido que controle el Poder Ejecutivo, y el Legislativo probablemente recaerá en manos de otros partidos".
Sostiene que la renegociación del TLCAN cerrará exitosamente en las siguientes semanas, y que el plazo marcado en el Congreso del pasado 17 de mayo no es fatal, y se tiene la oportunidad de que ese instrumento de la relación comercial modernizado, sea firmado y ratificado en las administraciones de Enrique Peña Nieto y Donald Trump.
La polémica del muro fronterizo la expone como "un proyecto que el presidente [Donald] Trump ha sostenido desde su campaña, y creo que la finalidad no es el muro, sino bajar los índices delictivos en Estados Unidos y la percepción es que [los factores que los causan] puedan estar llegando por la frontera, y no necesariamente quiere decir que sean la realidad".
Ha tenido inquietudes por encabezar la embajada y en el presente las ha renovado, ¿cómo van?
—Para mí lo más importante ha sido acercar más a las dos naciones. Mi conocimiento de las culturas es profundo y hoy en día se requiere en México una persona que pueda [aproximar] a las dos naciones más. La relación México-Estados Unidos es muy importante para los dos países por todos los temas bilaterales.
¿Cómo es su compromiso con esta propuesta?
—Más allá de querer, es mi obligación como mexicano-americano el poder contribuir en una relación que conozco bien y apoyar el acercamiento entre las dos naciones. Lo más importante es que se pueda acercar [la administración estadounidense] a la que va a llegar.
Conozco de muchos años a los cinco candidatos presidenciales. Hay verdaderamente una relación de confianza con cada uno de ellos y con sus equipos. Con el próximo Presidente de México estaremos buscando una aproximación y una cercanía muy particular con el presidente [Donald] Trump de construir una relación personal entre ambos.
¿Tiene contactos, ha dialogado con los cinco candidatos?
—Desde que he dirigido la Cámara Americana de Comercio o liderado la Comunidad Americana he tenido contactos con los candidatos y sus equipos actuales. Será importante que haya acercamiento con los líderes políticos de los partidos, porque sin duda habrá un partido que controle el Poder Ejecutivo y el Legislativo, probablemente recaerá en manos de otros partidos.
En el equipo de López Obrador surgen voces de que el TLCAN debía ser renegociado, cerrado, aprobado, ratificado, ya con nuevo Presidente en México, al menos ya con el resultado de las urnas, ¿cómo ve esa postura?
—Los tiempos ya no dan. El TLCAN debe ser aprobado [antes de los comicios mexicanos], también por los tiempos políticos de EU que tendrá elecciones legislativas y, por ende, esto tiene que quedar concluido previo a ese periodo, también porque ahora hay una mayoría republicana.
¿En Estados Unidos cómo ven el proceso electoral en México?
—Lo vemos como un proceso muy competitivo, es la elección más grande que ha tenido México en su historia y que podrá marcar su futuro en una forma diferente. Cada uno de los candidatos tiene una serie de prioridades diferentes y cualquiera de ellos tiene un deseo de fortalecer la relación con Estados Unidos.
Eso para mí es muy importante, porque lo que requerirá el próximo Presidente de México será el acercamiento con la administración del presidente Trump para poder buscar proyectos en común que le den mayores beneficios a México y a EU. Será muy importante que mientras entra a Los Pinos [quien gane la elección presidencial] pueda llevar a cabo una relación de entendimiento.
¿EU está preparado para tener en la frontera sur un vecino gobernado por la izquierda?
—Definitivamente la ideología que trae el próximo Presidente, sea de izquierda, derecha, más de centro, EU trabajará de la mano, porque los proyectos conjuntos se pueden trabajar con [cualquier ideología]. El gran ejemplo es con Canadá, que ha tenido gobiernos de izquierda y derecha y el gobierno estadounidense ha podido trabajar muy bien.
¿El muro es parte de la política de la frontera ordenada?
—Parte de lo que busca Trump es ese muro en la frontera y dependerá del Congreso [de Estados Unidos] si autoriza el fondeo del proyecto que ha sostenido desde su campaña; la finalidad no es la barda limítrofe, sino bajar los índices delictivos. La percepción es que puedan estar llegando por la frontera. No necesariamente quiere decir que sea la realidad.
El presidente de la American Society de México, Larry David Rubin, afirma que hacia el 1 de julio lo importante no es si en México hay un gobierno de izquierda, derecha o centro, sino los proyectos conjuntos con los que puedan trabajar con Estados Unidos: "Whashington ya tiene experiencia con gobiernos canadienses de izquierda y derecha".
Tras los comicios en México, la administración de EU requerirá acercamientos con los líderes políticos mexicanos, porque "sin duda habrá un partido que controle el Poder Ejecutivo, y el Legislativo probablemente recaerá en manos de otros partidos".
Sostiene que la renegociación del TLCAN cerrará exitosamente en las siguientes semanas, y que el plazo marcado en el Congreso del pasado 17 de mayo no es fatal, y se tiene la oportunidad de que ese instrumento de la relación comercial modernizado, sea firmado y ratificado en las administraciones de Enrique Peña Nieto y Donald Trump.
La polémica del muro fronterizo la expone como "un proyecto que el presidente [Donald] Trump ha sostenido desde su campaña, y creo que la finalidad no es el muro, sino bajar los índices delictivos en Estados Unidos y la percepción es que [los factores que los causan] puedan estar llegando por la frontera, y no necesariamente quiere decir que sean la realidad".
Ha tenido inquietudes por encabezar la embajada y en el presente las ha renovado, ¿cómo van?
—Para mí lo más importante ha sido acercar más a las dos naciones. Mi conocimiento de las culturas es profundo y hoy en día se requiere en México una persona que pueda [aproximar] a las dos naciones más. La relación México-Estados Unidos es muy importante para los dos países por todos los temas bilaterales.
¿Cómo es su compromiso con esta propuesta?
—Más allá de querer, es mi obligación como mexicano-americano el poder contribuir en una relación que conozco bien y apoyar el acercamiento entre las dos naciones. Lo más importante es que se pueda acercar [la administración estadounidense] a la que va a llegar.
Conozco de muchos años a los cinco candidatos presidenciales. Hay verdaderamente una relación de confianza con cada uno de ellos y con sus equipos. Con el próximo Presidente de México estaremos buscando una aproximación y una cercanía muy particular con el presidente [Donald] Trump de construir una relación personal entre ambos.
¿Tiene contactos, ha dialogado con los cinco candidatos?
—Desde que he dirigido la Cámara Americana de Comercio o liderado la Comunidad Americana he tenido contactos con los candidatos y sus equipos actuales. Será importante que haya acercamiento con los líderes políticos de los partidos, porque sin duda habrá un partido que controle el Poder Ejecutivo y el Legislativo, probablemente recaerá en manos de otros partidos.
En el equipo de López Obrador surgen voces de que el TLCAN debía ser renegociado, cerrado, aprobado, ratificado, ya con nuevo Presidente en México, al menos ya con el resultado de las urnas, ¿cómo ve esa postura?
—Los tiempos ya no dan. El TLCAN debe ser aprobado [antes de los comicios mexicanos], también por los tiempos políticos de EU que tendrá elecciones legislativas y, por ende, esto tiene que quedar concluido previo a ese periodo, también porque ahora hay una mayoría republicana.
¿En Estados Unidos cómo ven el proceso electoral en México?
—Lo vemos como un proceso muy competitivo, es la elección más grande que ha tenido México en su historia y que podrá marcar su futuro en una forma diferente. Cada uno de los candidatos tiene una serie de prioridades diferentes y cualquiera de ellos tiene un deseo de fortalecer la relación con Estados Unidos.
Eso para mí es muy importante, porque lo que requerirá el próximo Presidente de México será el acercamiento con la administración del presidente Trump para poder buscar proyectos en común que le den mayores beneficios a México y a EU. Será muy importante que mientras entra a Los Pinos [quien gane la elección presidencial] pueda llevar a cabo una relación de entendimiento.
¿EU está preparado para tener en la frontera sur un vecino gobernado por la izquierda?
—Definitivamente la ideología que trae el próximo Presidente, sea de izquierda, derecha, más de centro, EU trabajará de la mano, porque los proyectos conjuntos se pueden trabajar con [cualquier ideología]. El gran ejemplo es con Canadá, que ha tenido gobiernos de izquierda y derecha y el gobierno estadounidense ha podido trabajar muy bien.
¿El muro es parte de la política de la frontera ordenada?
—Parte de lo que busca Trump es ese muro en la frontera y dependerá del Congreso [de Estados Unidos] si autoriza el fondeo del proyecto que ha sostenido desde su campaña; la finalidad no es la barda limítrofe, sino bajar los índices delictivos. La percepción es que puedan estar llegando por la frontera. No necesariamente quiere decir que sea la realidad.