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Después de discutir el tema de la decisión de la mujer a usar la preposición “de” y el o los apellidos de su cónyuge, los legisladores locales votaron para eliminar la posibilidad de elegir y, definitivamente la mujer mantendrá sus apellidos de soltera.
La iniciativa presentada por la legisladora Martha Orta Rodríguez logró que se eliminaran del Código Civil del Estado los Artículos 194 y 195, los cuales a la letra señalaban: “ART. 19.4.- La mujer casada podrá agregar a su nombre de soltera y anteponiendo la preposición “de” uno o dos apellidos de su marido”; “ART. 19.5.- El uso del apellido conyugal, subsistirá por todo el tiempo que se conserve el vínculo matrimonial o cuando ocurra la viudez.
No se podrá utilizar dicho apellido en los casos de divorcio o de ilegitimidad del matrimonio”.
La discusión inició cuando el legislador Héctor Mendizábal Pérez argumentó que la mujer tiene derecho a decidir qué apellidos usar en el orden que lo deseé, dicho que fue secundado por la diputada Lucero Jasso Rocha, quien dijo debe prevalecer el derecho de la mujer a decidir, por lo que se mantuvieron en contra.
A favor se presentó Xitlálic Sánchez Servín, quien junto a Martha Orta señalaban que debe dejarse “cosificar” a la mujer y solicitaron que se votara a favor de que se deje de ser posesión de quien sea.
Finalmente se aprobó el dictamen con cinco votos en contra, 15 a favor y tres abstenciones.
