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Querido amigo,
El Castillo de Montjuïc se ubica en la cima de una montaña, desde donde se puede ver toda la zona metropolitana de Barcelona y el mar Mediterráneo. Éste fue precisamente el motivo de su construcción, ya que por ubicación y vista se podría proteger a la Ciudad Condal.
Dada su posición estratégica, se edificó en la cima de la montaña una atalaya cuya función especifica fue la de informar mediante señales la proximidad de los barcos que se acercaban al puerto, estas embarcaciones podían ser transporte de mercancías o buques de guerra.
En 1640, como consecuencia de la revuelta en contra de Felipe IV, se tomó la decisión de edificar la primera fortificación, a la que se dio forma de un cuadrilátero. Fue construida de tierra con un revestimiento de piedra y barro, la utilidad de la construcción provisional se pudo ver el 26 de enero de 1641, cuando se rechazó el asalto de las tropas castellanas comandadas por el famoso marqués de Vélez. Habiéndose comprobado su eficiencia en la protección de Barcelona, se tomó la decisión de construir un castillo que ocupase toda la parte llana de la cumbre, incluida en la obra tres baluartes, mirando a tierra y una línea de dientes de sierra con vista al mar. La antigua fortificación se conservó en el interior de
las instalaciones.
Este castillo ha visto y sido punto de participación en varias guerras. Allí se dieron torturas, fusilamientos y aprisionamiento, todo bajo la vista y autorización militar.
Durante la dictadura de Francisco Franco, en este lugar se ejecutaron más de 4 mil presos republicanos y catalanistas, hasta 1960 cuando, por decreto de Franco, el castillo fue donado a la ciudad de Barcelona, aunque siguió siendo una prisión militar. De hecho, allí se estableció por ordenes del dictador el museo militar en 1963. Hoy es un punto de atracción turística visitado por miles de personas.
Hoy lo hemos visitado y para llegar a él, hemos tenido que tomar el metro y posteriormente un hermoso teleférico con una vista impresionante. La entrada para las personas de la tercera edad, maestros y estudiantes con credencial es de solo tres euros y de verdad que vale la pena la visita a la montaña y su castillo de los judíos, como se traduciría del catalán.
Tras el recorrido y las fotografías tanto en el castillo como en la batería de cañones, nos hemos tomado un breve descanso, en el que te escribo esta misiva, mientras disfrutamos de la brisa fresca del mar en una banca, pues el calor ha sido bastante agotador
