El Pibe en pulso

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RELINCHIDO

Y hasta relincho de puro gusto! decía aquella vieja canción que conminaba a chocar las copas “ahora que hay modo”. Y el gusto no sólo fue de la afición mexicana, sino de un titipuchal de gente en diferentes países que alabó el gran juego de México para sorprender a los campeones del mundo futbolero, con ese extraordinario 1-0, el domingo anterior.

En casa, la sala se llenó con la domadora suprema, los hijos y los nietos… aunque hizo falta el primer bisnieto nacido recientemente. Todos teníamos la vista fija en el aparato televisor y cuando el portentoso Hirving Lozano alias “El Chucky” venció al portero germano, saltamos de alegría, casi hasta el techo.

Así fue en todo México, pero en el Zócalo de la capital, el estremecimiento de la plancha de concreto se sintió como si un sunami de piernas lo hubiera provocado, pues allí había millares de aficionados atestiguando las acciones difundidas en una gran pantalla televisiva.

En Brasil, algunos periodistas, varios analistas y muchos aficionados, celebraron alegremente el triunfo mexicano, pues, dijeron “la Selección azteca nos vengó de aquel humillante 7-1 que los alemanes impusieron a al seleccionado carioca en el Mundial de 2014.

Así se expresó un destacado ex monarca brasileño tras el triunfo de los nuestros:
“Chicharito Hernández y compañía fueron nuestros vengadores y parecían celebrarlo por nosotros. Por lo menos, tenemos quien nos vengue, porque si depende de nosotros la posibilidad de que se vaya al traste una vez más es inmensa”, escribió Paulo Cezar Caju, campeón con Brasil en el Mundial de México 1970 y comentarista del diario O Globo.

Ese histórico triunfo tiene ya halagüeñas consecuencias para el Tri, pues en el universo del gran futbol de Barcelona, ya “suena” el “Chucky” como su refuerzo para la campaña 2018-19. La opción se ha abierto para el goleador mexicano en virtud de que el indiscutible Antoine Griezmann, pretendido por el club catalán, se ha negado a firmar contrato. Así que Hirving, quien llegó al futbol holandés por una “módica” suma de 10 millones de euros, ha visto crecer su valor en la vieja Europa. Si el Barsa lo quiere, seguramente tendrá que invertir 50 millones de euros; así de veleidosos son la vida y el valor de las cartas de los futbolistas en el Viejo Continente.

Dos hechos afortunados destacan en la historia de nuestra Selección, participante en los Mundiales: uno, el gol anotado con preciosidad felina por el expuma Manuel Negrete y que fue considerado como la más bella anotación en toda la historia de las Copas del Mundo.

Otro, el sorprendente, invaluable e histórico triunfo del Tri el domingo anterior, pues no sólo le ganó al Campeón mundial, sino que lo ha dejado al borde de una descalificación que sería peor que las derrotas alemanas en las dos Guerras Mundiales, pues ayer ganó Suecia a Corea, que al igual que Alemania, no suma ninguna unidad en el grupo.

La cuestión ahora es que la euforia por la notable victoria mexicana es inacabable, aunque algunos amargosos andan subiendo a las redes que “una nación que grita ¡goool! con ferviente entusiasmo, no sabe gritar contra las injusticias que se cometen en la vida cotidiana”.

Todo a su tiempo, amargados que sólo ven el lado negativo de las cosas. Hay tiempo de aventar cohetes y tiempo de recoger varitas”. Nadie podrá opacar con su amargura, el espléndido color verde del triunfo de los nuestros en un evento deportivo de relevancia mundial.

Mientras tanto, esperemos ver una aún mejor actuación del Tri el próximo sábado, cuando enfrente al representativo del país de los habitantes con “ojos de rayita” al sur de la península coreana.

Concluyo con las sabias palabras de mi compadre Palemón quien al referirse al triunfo de México, dijo que “este Día del Padre ¡fue a toda madre!” Y estoy de acuerdo con él.

Hasta el martes próximo, DM.