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Es frecuente que los fines de semana arriben jóvenes con zumbido en los oídos, luego de haber acudido al antro, informó Javier Dibildox Martínez, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”.
Expuso que la mayoría de los pacientes atendidos salen del centro de diversión con un zumbido en los oídos, lo cual es un signo de que hubo daño de audición donde mueren miles de células, que “afortunadamente” algunas se recuperan con el paso del tiempo.
“Desde el momento de salir del ruido y salir a la calle a encontrar silencio, empiezan a detectar el zumbido, que en esos casos dura unos días y se va bajando, pero si cada semana se van al antro pues es adictivo y ahí sí empiezan a perder más la audición”, desglosó.
Explicó que el referido malestar se debe a la destrucción del epitelio ciliado del oído, que es el regulador de la audición. Dicho de una forma simple, si el caracol fuera un piano, con el ruido excesivo va perdiendo teclas, y en donde a veces se regeneran, pero cuando es frecuente llega un momento en que la pérdida es irreversible, pues ya no se regeneran ciertas células, comentó.
Según el especialista, el peor enemigo del oído es el ruido, y en los antros cuando las personas no se escuchan al platicar, es evidencia de que en el lugar hay ruido con niveles superiores a 70 y 80 decibeles.
De acuerdo con el médico experto, escuchar un sonido por arriba de 90 decibeles (dB) ya genera afectaciones en el oído.
“La pérdida (auditiva) es acumulativa; es gradual. A mayor exposición (al ruido), con el tiempo va ir perdiendo la audición.
Lo que sí les fastidia la audición es en los antros donde tienen niveles de ruido arriba de 100 decibeles”, advirtió.