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Las llamadas “lluvias atípicas” rebasaron a las autoridades y de nueva cuenta unidades de Protección Civil, policías y hasta militares atendieron emergencias por las inundaciones típicas de la temporada en San Luis Potosí y Soledad.
Vialidades anegadas, embotellamientos, rescate de conductores y pasajeros de vehículos varados, familias desalojadas de sus viviendas y una larga cuenta de daños por muebles y electrodomésticos estropeados, dejaron las precipitaciones de la tarde y noche del domingo en diversos puntos de las dos demarcaciones.
La lluvia de más de ocho horas cayó solamente sobre la zona metropolitana y municipios circunvecinos, informó el titular de Protección Civil del Estado Ignacio Benavente Duque.
El director de Interapas culpó “a la basura” en las calles de los problemas generados en las calles y partes bajas de la conurbación.
En Soledad de Graciano Sánchez, dependencias como Protección Civil, Seguridad Pública y la delegación de Interapas atendieron más de 100 llamadas de auxilio de la población afectada por el clima.
Seguridad Pública reportó problemas en alrededor de 62 colonias soledenses. En San Luis I, el agua entró de lleno a las viviendas cercanas al cruce de la carretera a Rioverde y el Periférico Oriente, y en Quintas de la Hacienda, los residentes tuvieron que ser trasladados a sus hogares en camionetas de la policía.
Protección Civil reportó 30 familias que debieron dejar su vivienda para trasladarse a los albergues municipales o con algún familiar residente en zonas altas de la ciudad.
A la altura del puente La Esmeralda, cercano al fraccionamiento Valle de la Palma, el río Santiago estuvo a punto de desbordar por el crecimiento excesivo de maleza al interior de su ya de por sí angosto cauce.
Ejidatarios cercanos señalaron que sus reiteradas peticiones de limpieza de esta vía pluvial han sido ignoradas por la Comisión Estatal del Agua (CEA), la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vialidad y Obras Públicas o Protección Civil del Estado.
“Pasamos meses advirtiendo del crecimiento de maleza, lo cual provoca obstrucciones al libre flujo del agua; se atora todo lo que trae arrastrando el río y entonces el agua sube de nivel hasta desbordar”, precisaron agricultores de la orilla sur del Santiago.
Alrededor de 150 viviendas localizadas en las calles Acatita de Baján, Puente de Calderón y José María Mercado del fraccionamiento Insurgentes fueron afectadas por la inundación que pegó a dicho sector de la ciudad.
El nivel de agua superó los 50 centímetros. “Se nos mezcló el agua de lluvia con las aguas negras que brotaban de baños y alcantarillas”, explicó Alma, una vecina afectada por la situación.
Los vecinos con enojo reprocharon la falta de atención por parte de las autoridades y aseguraron que el problema de inundaciones se ha convertido en una constante desde que se construyó la lateral de la carretera Matehuala.
“Nos dejaron debajo de la carretera, esto ha provocado que el agua no se vaya al colector si no que se nos venga a las casas”.
La Doceava Zona Militar activó por unas horas el Plan DN-III para apoyar a la población que se vio en apuros, entre ellos los ocupantes de una van que quedó varada en bulevar Españita (con información de Leonel Mora, Imelda Hernández y Rubén Pacheco).