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El alcalde de la ciudad de Nueva York Bill de Blasio fue informado el miércoles que 239 niños migrantes que fueron separados de sus padres por funcionarios de inmigración están alojados en el barrio de Harlem.
Después de una visita al Centro Cayuga, el alcalde dijo que entre los menores estaba un niño hondureño de 9 años, llamado Edie, que fue enviado 3.200 kilómetros (2.000 millas) en autobús hasta las instalaciones de Nueva York tras haber sido detenido en la frontera sur de Estados Unidos.
El niño más pequeño enviado al centro hasta ahora tenía 9 meses, indicó de Blasio. Agregó que no sabía, hasta la mañana del miércoles, que una cantidad tan grande de niños migrantes separados de sus padres habían sido llevados a Nueva York.
El Centro Cayuga, un sistema de albergues que tiene aulas en un edificio de seis pisos cuenta con un contrato federal para colocar a los niños migrantes sin acompañante bajo custodia temporal de corto plazo. Los directivos del centro no han respondido a llamadas en busca de comentarios.
De Blasio dijo que el personal le comentó que han recibido a aproximadamente 350 niños desde que el gobierno del presidente Donald Trump implementó su política de “cero tolerancia” hace unos meses en la que exige presentar cargos criminales contra todos los adultos que sean detenidos en la frontera.
El alcalde indicó que visitó un salón de clases donde alrededor de 40 niños, en su mayoría de Guatemala, estaban trabajando con tres docentes.
“Parecía que esos niños estaban siendo tratados muy bien”, señaló de Blasio, aunque indicó que algunos infantes llegaron con problemas físicos, incluidos piojos, chinches y varicela.
De Blasio calificó como inhumana la política migratoria del presidente, pero elogió al personal del Centro Cayuga.
“Hubo amenazas dirigidas contra las personas que trabajan aquí. Eso está mal y es inapropiado”, aseveró el alcalde. “Ellos no crearon la política. Están intentando, como profesionales, ayudar a estos niños en apuros”.
Después de una visita al Centro Cayuga, el alcalde dijo que entre los menores estaba un niño hondureño de 9 años, llamado Edie, que fue enviado 3.200 kilómetros (2.000 millas) en autobús hasta las instalaciones de Nueva York tras haber sido detenido en la frontera sur de Estados Unidos.
El niño más pequeño enviado al centro hasta ahora tenía 9 meses, indicó de Blasio. Agregó que no sabía, hasta la mañana del miércoles, que una cantidad tan grande de niños migrantes separados de sus padres habían sido llevados a Nueva York.
El Centro Cayuga, un sistema de albergues que tiene aulas en un edificio de seis pisos cuenta con un contrato federal para colocar a los niños migrantes sin acompañante bajo custodia temporal de corto plazo. Los directivos del centro no han respondido a llamadas en busca de comentarios.
De Blasio dijo que el personal le comentó que han recibido a aproximadamente 350 niños desde que el gobierno del presidente Donald Trump implementó su política de “cero tolerancia” hace unos meses en la que exige presentar cargos criminales contra todos los adultos que sean detenidos en la frontera.
El alcalde indicó que visitó un salón de clases donde alrededor de 40 niños, en su mayoría de Guatemala, estaban trabajando con tres docentes.
“Parecía que esos niños estaban siendo tratados muy bien”, señaló de Blasio, aunque indicó que algunos infantes llegaron con problemas físicos, incluidos piojos, chinches y varicela.
De Blasio calificó como inhumana la política migratoria del presidente, pero elogió al personal del Centro Cayuga.
“Hubo amenazas dirigidas contra las personas que trabajan aquí. Eso está mal y es inapropiado”, aseveró el alcalde. “Ellos no crearon la política. Están intentando, como profesionales, ayudar a estos niños en apuros”.
