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DULUTH, Minnesota, EE.UU. (AP) — Horas después de retractarse en su política de separación de familias migrantes en la frontera, el presidente Donald Trump volvió a su incendiaria retórica en una concentración de entusiastas seguidores que lo aplaudieron enérgicamente.
El mandatario restó importancia a la crisis suscitada por sus políticas, en que niños fueron arrancados de los brazos de sus padres en la frontera. Ofreció sólo una esquiva mención de su decisión de firmar una orden ejecutiva tras pasar varios días insistiendo falsamente que no tenía otra opción que separar a las familias porque las leyes se lo exigían.
"Vamos a mantener a las familias juntas y seguiremos teniendo fuertes medidas de seguridad en la frontera”, dijo el mandatario ante vivas y aplausos en la concentración en Duluth, Minnesota la noche del miércoles.
Al parecer deseoso de mostrar intransigencia después de haber dado la retirada en el tema de las separaciones forzadas, el presidente fustigó a sus rivales políticos y a quienes entran al país ilegalmente, intimando que los fondos usados para atender a los inmigrantes deberían mejor usarse para ayudar a las comunidades pobres y rurales de la nación.
"Los demócratas le dan prioridad a inmigrantes ilegales por encima de los ciudadanos estadounidenses ¿Qué demonios está ocurriendo?” La multitud respondió con el lema “¡A construir el muro!”.
Incluso mencionó el discurso que dio cuando lanzó su campaña a la presidencia, hace exactamente tres años esta semana, en que declaró que México “no nos está enviando sus mejores ciudadanos”. Unas 8 mil personas acudieron al estadio, decorado con banderas estadounidenses.
Trump se quejó de la cobertura “deshonesta” de la cumbre que realizó con el líder norcoreano Kim Jong Un. Se felicitó por la situación económica y alabó los aranceles comerciales que ha ordenado imponer a productos de otras naciones. Y falsamente argumentó que un informe reciente de una comisión oficial sobre la manera en que el FBI manejó el caso de los emails de Hillary Clinton demuestra su inocencia en la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones y que se trató de encubrir la culpa de Clinton.
"¿Han visto ese fraude? ¿Pueden creer lo que han visto? No importa todo lo que ella hizo, no importa cuántos delitos ella cometió, que fueron muchos, ellos querían que ella sea inocente", expresó Trump. "Pero conmigo nada. No había colusión, no había nada. Lo que querían era declararme culpable”.
La multitud respondió gritando el eslogan “¡Métanla en la cárcel!”. Trump simplemente negó con la cabeza.
El mandatario volvió a fustigar la investigación del fiscal especial sobre sospechas der que la campaña de Trump conspiró con el gobierno de Rusia para ganar las elecciones. Lo calificó de “una cacería de brujas” y se quejó de que la prensa pasa mucho tiempo cubriendo la crisis en la frontera en vez de hablar de la supuesta conspiración en su contra por parte del FBI.