A-AA+
Ciudad de México.- Claudia Sheinbaum y Mariana Boy cambiaron de estrategia, y se les notó, en el tercer y último debate entre los aspirantes a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y cuando faltan sólo 10 días para la votación.
La primera, de Morena, fue más agresiva, más arrojada: atacó directamente a Alejandra Barrales y a Miguel Ángel Mancera. La segunda se deslindó el PRI y de su candidato, Mikel Arriola, a quien acusó de mentirle al electorado y de robarle las propuestas.
En el segundo tramo del debate, Marco Rascón atacó al lopezobradorismo, al que acusó de pactar con el Presidente Enrique Peña Nieto y dijo que de llegar al poder se “convertirá en la mascota de la mafia del poder”. “La cuarta transformación es una farsa”, sostuvo Rascón.
En ese segundo tramo, Claudia Sheinbaum fue, como de alguna manera se esperaba, objeto de ataques de casi todos los candidatos. Un momento incómodo fue cuando Purificación Carpinteyro atacó a la candidata de Morena a pesar, incluso, de que su tiempo había terminado y se le había conminado a tomar asiento.
Mikel Arriola acusó de trata de personas a Alfonso Suárez del Real, uno de los coordinadores de campaña de Sheinbaum.