Sampaoli, Messi y Tapia, los villanos favoritos de Argentina

Sampaoli, Messi y Tapia, los villanos favoritos de Argentina

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 El técnico José Sampaoli, Lionel Messi y el presidente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA), Carlos Tapia, se convirtieron en los villanos favoritos de Argentina tras la humillante derrota de la Selección ante Croacia que la dejó con un pie afuera del Mundial Rusia 2018.

Desde que la víspera el equipo albiceleste perdió 3 a 0, los dardos se dirigieron principalmente en contra de Sampaoli, el técnico que asumió de emergencia en un equipo que tuvo tres entrenadores en apenas cuatro años.

Redes sociales, programas de radio y televisión, portadas de los diarios y portales de internet se colmaron de críticas a la estructura de juego de Sampaoli, que lo único que demostró hasta ahora fue una plena desorganización en la cancha.

Tanto fue el malestar con el técnico que incluso se especuló con su inmediata sustitución por Jorge Luis Burruchaga en pleno Mundial, lo que ya fue descartado.

También se filtró el enojo de los jugadores y el cuerpo técnico con Sampaoli, quien pase lo que pase en el Mundial, ya tiene los días contados al frente de la Selección a pesar de que su contrato vencía hasta 2022.

Las acusaciones sobre el pésimo desempeño del equipo, que antes de la goleada de Croacia apenas si logró un empate con Islandia, incluyen a Messi, la estrella del Barcelona a quien muchos le adjudican haber influido en las convocatorias de los seleccionados y en la táctica de juego.

“Messi manda en la Selección”, se volvió un lugar común para desacreditar el trabajo de Sampaoli y sobreestimar el peso que el 10 tiene en las decisiones de un equipo al que ya había renunciado y al que volvió para conducirlo a la clasificación a Rusia.

La goleada en el segundo partido de Argentina en el Mundial reavivó las constantes críticas a Messi sobre su supuesta falta de pasión y nulo compromiso con la camiseta albiceleste.

A ello se contrapone la visión de quienes lo defienden con el argumento certero de que Messi no puede hacer todo solo, como lo reconoció ayer mismo el croata Modric.

En ese sentido, la periodista Ángela Lerena, explicó que Messi “fue vencido, ante Croacia, por las mochilas de la historia. Abatido, sometido, por una década de exitismo sin éxito en la Selección argentina”.

Agregó que “no hay otra explicación más que la anímica para la penosa performance del mejor jugador del planeta en un Mundial. Su expresión durante el himno nacional -mirada al suelo, una mano preocupada frotando la frente- fue un triste indicio de que algo andaba mal”.

En la búsqueda de culpables, la máxima responsabilidad se achaca a la dirigencia del futbol argentino plagada de corrupción, que arrastra una larga crisis de legitimidad que ha mermado la calidad del deporte más popular de este país.

El periodista Alejandro Fantino resumió que “nuestro futbol es un asco” en gran parte porque Tapia, el presidente de la AFA, “es un impresentable” porque “somos un desastre en todos los ámbitos, los clubes están hechos pelota (destrozados), sigue habiendo barrabravas”.

Juan Pablo Varsky, comentarista deportivo, advirtió que “esta escasez de talento viene de arrastre. La organización del fútbol argentino, sus crisis directivas, el formato de los campeonatos, la formación de los juveniles, la capacitación de los formadores influyen en este panorama”.

A Rusia, agregó, llegó una Selección en la que Messi “no acepta el rol de salvador” de “un equipo sin talento, sin plan, sin líder, sin respuestas, sin carácter. Esta caída empezó a gestarse mucho tiempo atrás. Más allá de las chances de seguir en el Mundial, la reconstrucción del fútbol argentino es impostergable”.