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Río de Janeiro, Bra.- Furiosos con políticos corruptos y temerosos por el deterioro de la seguridad, muchos brasileños están pidiendo la intervención de las fuerzas armadas para limpiar el país de líderes corruptos y combatir a pandillas de drogas fuertemente armadas.
Aunque las probabilidades de un golpe militar en el mayor país de Latinoamérica son mínimas, los llamados se han vuelto tal parte de la discusión nacional que varios generales se han visto forzados a negar interés en un paso tal, aunque eso no les ha impedido expresarse públicamente sobre política de una forma que genera interrogantes.
“Yo apoyo una intervención militar para crear una democracia digna en Brasil”, dijo Donizeti Dias Pereira, director de Tranziran, una compañía de camiones.
Los brasileños están lógicamente furiosos. Desde el 2014, la investigación conocida como “Auto Lavado” ha revelado un enorme esquema de corrupción que causó asombro en un país acostumbrado a la malversación en la política.