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Residentes de ambos lados de la frontera, en San Diego y Tijuana, marcharon el sábado pasado para protestar contra las políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump, al separar a las familias de migrantes, además de exigir un alto al maltrato de niños y niñas, quienes son separados de sus padres migrantes.
La primera movilización comenzó en territorio de la Unión Americana, en donde miles de familias latinas pero también anglosajonas se dieron el tiempo para externar su descontento por las acciones del gobierno de Estados Unidos.
Durante la última semana varias imágenes fueron reveladas, en las que niños y niñas hijos de migrantes arrestados o que se encuentran con un proceso abierto por solicitud de refugio, lloraban y pedían estar con sus padres, algunos incluso estaban encerrados dentro de jaulas de metal.
Lo anterior causó un rechazo a nivel mundial que este fin se semana se vio reflejado con ambas movilizaciones, en el caso de San Diego, quienes asistieron exigieron la desaparición de la Oficina de Migración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), al considerar que la corporación es una violación al derecho a migrar.
La gente que marchó cargaba letreros con diferentes consignas: "Somos un pueblo sin fronteras", "Sin justicia, no hay paz" y "Educación, no deportación". Otros gritaban frases en contra de la deportación y la separación de familias migrantes, incluso hubo mención de migrantes asesinados a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza.
En el caso de Tijuana, el Centro Unificado de Recursos para Veteranos Deportados de los Estados Unidos fue el encargado de convocar la movilización en la que integrantes de la asociación marcharon por la tarde, desde la Garita peatonal El Chaparral, a la que actualmente todos los días llegan decenas de migrantes para cruzar la frontera y pedir refugio al gobierno estadounidense.
Los protestantes caminaron alrededor de 30 minutos hacia la Garita San Ysidro –la más transitada a nivel mundial- y ahí el director del organismo, Robert Vivar, en medio de los cientos de vehículos, dio un mensaje frente a la gente que esperaba en la fila para cruzar hacia la Unión Americana.
Primero condenó las acciones del gobierno estadounidense al considerar como una tortura y maltrato el separar a las familias que migran hacia el país anglosajón en espera de encontrar un mejor calidad de vida no solo para ellos, sino para la gente que se queda en sus países de origen.
Dijo que la deportación y la separación de migrantes, de los niños de sus padres, no es un tema nuevo sin embargo el nivel de exposición que implementó el gobierno de Trump pareciera ser un mensaje contundente para exhibir el terror al que son sometidos los migrantes que solicitan refugio, ya que el objetivo es aterrorizar e infundir temor para quienes piensan pedir ese recurso y hacer que desistan.
Mientras Vivar habló, los integrantes de la organización, algunos de ellos veteranos que sirvieron a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, pero que luego fueron deportados, cargaban cartulinas y pancartas en las que rechazaban las políticas antimigratorias, uno de ellos, lamentó las acciones y aseguró que no había luchado en la guerra por ese gobierno sino por el que abre sus puertas.
Estas son las primeras movilizaciones en la frontera, pero de manera simultánea se espera que en otros puntos como Texas, e incluso nuevamente en Tijuana, otras organizaciones como Dreamers Mom's Tijuana-San Diego, también marchen para demostrar su descontento por la separación de las familias.
La primera movilización comenzó en territorio de la Unión Americana, en donde miles de familias latinas pero también anglosajonas se dieron el tiempo para externar su descontento por las acciones del gobierno de Estados Unidos.
Durante la última semana varias imágenes fueron reveladas, en las que niños y niñas hijos de migrantes arrestados o que se encuentran con un proceso abierto por solicitud de refugio, lloraban y pedían estar con sus padres, algunos incluso estaban encerrados dentro de jaulas de metal.
Lo anterior causó un rechazo a nivel mundial que este fin se semana se vio reflejado con ambas movilizaciones, en el caso de San Diego, quienes asistieron exigieron la desaparición de la Oficina de Migración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), al considerar que la corporación es una violación al derecho a migrar.
La gente que marchó cargaba letreros con diferentes consignas: "Somos un pueblo sin fronteras", "Sin justicia, no hay paz" y "Educación, no deportación". Otros gritaban frases en contra de la deportación y la separación de familias migrantes, incluso hubo mención de migrantes asesinados a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza.
En el caso de Tijuana, el Centro Unificado de Recursos para Veteranos Deportados de los Estados Unidos fue el encargado de convocar la movilización en la que integrantes de la asociación marcharon por la tarde, desde la Garita peatonal El Chaparral, a la que actualmente todos los días llegan decenas de migrantes para cruzar la frontera y pedir refugio al gobierno estadounidense.
Los protestantes caminaron alrededor de 30 minutos hacia la Garita San Ysidro –la más transitada a nivel mundial- y ahí el director del organismo, Robert Vivar, en medio de los cientos de vehículos, dio un mensaje frente a la gente que esperaba en la fila para cruzar hacia la Unión Americana.
Primero condenó las acciones del gobierno estadounidense al considerar como una tortura y maltrato el separar a las familias que migran hacia el país anglosajón en espera de encontrar un mejor calidad de vida no solo para ellos, sino para la gente que se queda en sus países de origen.
Dijo que la deportación y la separación de migrantes, de los niños de sus padres, no es un tema nuevo sin embargo el nivel de exposición que implementó el gobierno de Trump pareciera ser un mensaje contundente para exhibir el terror al que son sometidos los migrantes que solicitan refugio, ya que el objetivo es aterrorizar e infundir temor para quienes piensan pedir ese recurso y hacer que desistan.
Mientras Vivar habló, los integrantes de la organización, algunos de ellos veteranos que sirvieron a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, pero que luego fueron deportados, cargaban cartulinas y pancartas en las que rechazaban las políticas antimigratorias, uno de ellos, lamentó las acciones y aseguró que no había luchado en la guerra por ese gobierno sino por el que abre sus puertas.
Estas son las primeras movilizaciones en la frontera, pero de manera simultánea se espera que en otros puntos como Texas, e incluso nuevamente en Tijuana, otras organizaciones como Dreamers Mom's Tijuana-San Diego, también marchen para demostrar su descontento por la separación de las familias.
