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Tras una explosión en los juzgados penales aledaños al penal de Cuautitlán, se registró la fuga de tres reos que asistirían a audiencia, uno de los cuales fue recapturado minutos después. La detonación no provocó víctimas, confirmaron autoridades de la subsecretaría de Control Penitenciario de la Secretaria de Seguridad del Estado de México.
El estallido, destruyó una amplia zona de oficinas y cristales de los juzgados penales de Cuautitlán, ubicados en la calle de Porfirio Díaz, en la zona centro de Cuautitlán.
La detonación y fuga de reos propició el despliegue y movilización de cuerpos de seguridad, bomberos y paramédicos, que acordonaron y peinaron la zona.
La explosión se registró poco después de las 14:00 horas del domingo, generó la ruptura de cristales de los juzgados penales del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), ubicados frente al Ministerio Público del Centro de Justicia de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en Cuautitlán Izcalli.
Los tres reos evadidos, asistirían a audiencia en las salas de juicio oral ubicadas a espaldas del penal de Cuautitlán, ubicado en la avenida 16 de Septiembre.
La fuga de los tres presos, provocó la movilización del grupo anti motines de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, quienes minutos más tarde lograron la captura de uno de los reos evadidos, en las inmediaciones de los tribunales.
Los tres huidizos, incluido el que fue re capturado tienen 24, 25 y 27 años de edad y fueron identificados por autoridades penitenciarias como Oscar y José Ángel.
Los reos fueron detenidos por delitos como robo a casa habitación, robo con violencia y violación.
Testigos señalaron que el olor a pólvora en la zona de la explosión era intenso; no obstante serán peritos de la FGJEM quienes determinen el tipo de explosivo que usaron y cómo lo introdujeron a los juzgados.
Las medidas de seguridad son extremas para quien ingresa no solo al penal de Cuautitlán, sino también a los juzgados, donde hay arcos detectores de metales y policías que cuentan equipo de revisión corporal.
Familiares, público y abogados que ingresan a los juzgados, no pueden introducir monederos, celulares, bolsas de mano ni portafolios.
El penal enfrenta una sobrepoblación, pues opera en un edificio que no fue diseñado adecuadamente.
El estallido, destruyó una amplia zona de oficinas y cristales de los juzgados penales de Cuautitlán, ubicados en la calle de Porfirio Díaz, en la zona centro de Cuautitlán.
La detonación y fuga de reos propició el despliegue y movilización de cuerpos de seguridad, bomberos y paramédicos, que acordonaron y peinaron la zona.
La explosión se registró poco después de las 14:00 horas del domingo, generó la ruptura de cristales de los juzgados penales del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), ubicados frente al Ministerio Público del Centro de Justicia de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en Cuautitlán Izcalli.
Los tres reos evadidos, asistirían a audiencia en las salas de juicio oral ubicadas a espaldas del penal de Cuautitlán, ubicado en la avenida 16 de Septiembre.
La fuga de los tres presos, provocó la movilización del grupo anti motines de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, quienes minutos más tarde lograron la captura de uno de los reos evadidos, en las inmediaciones de los tribunales.
Los tres huidizos, incluido el que fue re capturado tienen 24, 25 y 27 años de edad y fueron identificados por autoridades penitenciarias como Oscar y José Ángel.
Los reos fueron detenidos por delitos como robo a casa habitación, robo con violencia y violación.
Testigos señalaron que el olor a pólvora en la zona de la explosión era intenso; no obstante serán peritos de la FGJEM quienes determinen el tipo de explosivo que usaron y cómo lo introdujeron a los juzgados.
Las medidas de seguridad son extremas para quien ingresa no solo al penal de Cuautitlán, sino también a los juzgados, donde hay arcos detectores de metales y policías que cuentan equipo de revisión corporal.
Familiares, público y abogados que ingresan a los juzgados, no pueden introducir monederos, celulares, bolsas de mano ni portafolios.
El penal enfrenta una sobrepoblación, pues opera en un edificio que no fue diseñado adecuadamente.