A-AA+
Real de Catorce.- Causa sorpresa a propios y extraños la remodelación que se viene haciendo en el atrio de la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Real de Catorce y la cual alberga la imagen milagrosa de San Francisco de Asís. Los realizadores decidieron demoler jardineras, una fuente y hasta la cruz atrial.
Los catorceños desconocen los detalles sobre esta obra, pero lamentan que se hayan talado árboles con una antigüedad de más de cien años, así como el retiro de los barandales antiguos de hierro forjado con ornamentaciones de plomo.
No se sabe si esta obra fue autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y si es obra directa de la Iglesia o está inmiscuido el Municipio porque Real de Catorce fue declarado Sitio de Monumentos Históricos en México por la dependencia federal, por lo que podría ser un delito federal la destrucción del patrimonio histórico y arquitectónico de México.
El atrio de la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Real de Catorce, una obra arquitectónica de los siglos XVIII y XIX fue destruido por completo, pues fueron demolidas sus jardineras, una fuente, la cruz atrial, así como los pasillos y andadores de baldosas antiguas de piedra labrada.
También desaparecieron los barandales antiguos de hierro forjado con ornamentaciones de plomo y los arboles con más de 100 años de existencia.
Los catorceños desconocen los detalles sobre esta obra, pero lamentan que se hayan talado árboles con una antigüedad de más de cien años, así como el retiro de los barandales antiguos de hierro forjado con ornamentaciones de plomo.
No se sabe si esta obra fue autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y si es obra directa de la Iglesia o está inmiscuido el Municipio porque Real de Catorce fue declarado Sitio de Monumentos Históricos en México por la dependencia federal, por lo que podría ser un delito federal la destrucción del patrimonio histórico y arquitectónico de México.
El atrio de la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Real de Catorce, una obra arquitectónica de los siglos XVIII y XIX fue destruido por completo, pues fueron demolidas sus jardineras, una fuente, la cruz atrial, así como los pasillos y andadores de baldosas antiguas de piedra labrada.
También desaparecieron los barandales antiguos de hierro forjado con ornamentaciones de plomo y los arboles con más de 100 años de existencia.
