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“Se tienen que ofrecer alternativas, y luchar cada uno en sus posibilidades, hasta lo más que se pueda por defender su vida”, sentenció Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí sobre la propuesta de crear la Ley de Voluntad Anticipada.
El prelado potosino sentenció que la vida es un don prestado, por lo cual, las personas deben pensar el final que desean con base en su educación, formación y valores formados a lo largo de la existencia.
La semana pasada, Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación en la administración de Andrés Manuel López Obrador, anunció que promoverá la creación del referido planteamiento a nivel nacional, en donde prevé el derecho a una muerte digna para personas con una enfermedad terminal.
En entrevista, Cabrero Romero lamentó que para muchas personas con padecimientos cancerígenos u otras afecciones graves, les resulta costoso cubrir las necesidades de medicamento.
Si bien expuso algunos argumentos, el jerarca de la grey católica local acotó que desconoce los criterios y el contenido a fondo del planteamiento. “Me voy a tratar de enterar bien a fondo sobre esto”.
“Así como suena no podría yo opinar. Necesitamos ver qué fundamentos tiene para que esta propuesta sea aceptada, no obstante (que) haya mayoría en las cámaras (de congresistas). Si esta propuesta no entra en nuestra cultura, no entra en la educación que queremos y que tenemos que promover, pues una educación es para humanizar no para deshumanizar”, dijo.
Sobre ese tema, este lunes Juan Martín Torres Juárez, presidente del Colegio de la Profesión Médica del Estado (CPME), dijo estar a favor de una propuesta de la Ley de Voluntad Anticipada, sin embargo, no así de la eutanasia o el suicidio asistido.
