Expectativa por la saga de “Rocky”

Expectativa por la saga de “Rocky”

A-AA+


Nueva York. - Una gran cabaña de Chester, periferia al sur de Filadelfia, Estados Unidos, es el escenario donde se filman en estricto secreto escenas de “Creed 2”, octava entrega de la saga “Rocky”, iniciada hace 42 años por Sylvester Stallone. La cinta, dirigida por Steven Caple Jr y escrita por Stallone y Cheo Hodari Coker, es la secuela de “Creed” (2015), protagonizada, claro está, por el actor que inmortalizó al personaje de Rocky Balboa.

Un desafío histórico se repite, generación tras generación: entrenado por Rocky Balboa, Adonis Creed (interpretado por Michael B. Jordan), hijo de uno de los rivales históricos de Rocky, se entrena para pelear contra Víctor Drago (Florian Munteanu), a su vez hijo de Iván “te parto en dos” Drago (Dolph Lundgren). En “Rocky IV”, que se estrenó hace 33 años, Iván Drago mató sobre el ring al padre de Adonis, Apollo Creed (Carl Weathers), y como nada se puede develar de la trama de la octava entrega se intuye que la venganza será uno de los temas centrales del filme. Sin embargo, el director sostiene que se trata “de una película sobre la familia”.

Así lo expresó periodistas invitados al set, donde se cumple el trigésimo día de rodaje.

En la cabaña de Chester se construyeron dos escenografías diferentes, a pocos metros de distancia, para representar dos mundos distintos. En la esquina izquierda se ve un ring estadounidense, mientras que en el de la derecha hay uno ruso.

Colores, luces, banderas, cada detalle lleva al lente de la cámara a registrar mundos distantes y muy distintos. Es el gran poder del cine.

Se está por filmar la escena que relata los momentos preliminares al combate, con los boxeadores que ingresan al ring y la multitud que los incita. Hay 400 extras, pero en días anteriores hubo más de mil. Todos llevan ropas elegantes y miradas curiosas. Incluso, quisieran pedir autógrafos, pero no se les permite, tampoco pueden tomar fotos, ni siquiera de sí mismos. Algo realmente frustrante en tiempos de “selfie” y exposición en las redes sociales: formar parte de una mega-producción de una de las sagas cinematográficas más amadas y no poder relatarlo con imágenes.