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Ciudad de México.- La reubicación de varias Secretarías del Gobierno mexicano, que promueve el futuro presidente Andrés Manuel López Obrador, se enfrenta a enormes problemas logísticos como el cambio de residencia y vida de miles de funcionarios.
El futuro secretario de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, adelantó que el organismo que dirigirá será el primero en ser descentralizado y su sede estará en el estado de Puebla, a unos 130 kilómetros de Ciudad de México.
Con unos 18.000 funcionarios, que trabajan en 40 edificios en la capital, la Secretaría de Educación Pública es una de las que se enfrenta a reto logístico mayor para el traslado de sus empleados.
López Obrador ha insistido en que ese posible traslado va a “requerir un acuerdo con los trabajadores al servicio del Estado” y dijo que les darían “facilidades”.
En una entrevista con Efe, Kristobal Meléndez, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que el hecho de que se ubique una secretaría importante en cada uno de los estados “sería una ventaja importante porque generaría oportunidades de desarrollo” en vivienda y comercio.
Aunque no todos son ventajas. La primera complicación laboral resultaría si los trabajadores no quieran trasladarse o existiera una oposición importante para moverse a otro estado, principalmente los trabajadores sindicalizados.
Meléndez opina que, aunque este traslado se cumpla, “habría descontento” entre los funcionarios ya que se tiene que mover toda la familia, y si uno de ellos tiene un trabajo diferente ocurrirían separaciones.
En tanto, el líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala, dijo hace en un entrevista con Radio Fórmula que la propuesta de López Obrador “es factible, gradualmente”.
“Hemos expresado que a los trabajadores que acudan a esta descentralización primero habrá que recibirlos con una vivienda digna, amplia con servicios de educación y salud, espacio recreativos, deportivos y de esparcimiento”, apuntó Ayala.