Helsinki.- Suecia prosiguió su lucha contra los devastadores incendios forestales desatados en parte del país en medio de una inusitada ola de calor en la región escandinava que, según los servicios meteorológicos, no parece que vaya a remitir en los próximos días.
Los responsables de los servicios de Protección Civil suecos admitieron este sábado su frustración ante una situación que sólo puede remediar la lluvia, ya que los esfuerzos de los bomberos han servido para evitar que las llamas se extiendan, pero no para extinguir los grandes focos.
“Es frustrante, pero nos tememos que el punto álgido no se ha alcanzado aún”, afirmó el coordinador de los Servicios de Protección civil, Peter Arnevall, en declaraciones recogidas por la radio pública del país, Sveriges Radio.
Siguen activos varios focos en los condados de Jämtland, Gävleborg y Dalarna, así como algunos del oeste de la vecina Noruega, y los trabajos de los servicios de extinción se centran en asegurar el perímetro del fuego.
“No podemos sofocar ninguno de estos grandes incendios. Lo único que puede ayudar a extinguirlos en un cambio de temperatura y que llueva”, prosiguió Arnevall, ante unos pronósticos que no prevén precipitaciones destacables al menos hasta finales de la próxima semana.
Desde mediados de semana se han registrado más de 50 incendios forestales en Suecia, la mayoría de los cuales siguen activos, una situación sin precedentes en ese país.
Se estima que han quedado devastadas unas 20.000 hectáreas de bosque, situación que el primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, calificó de “excepcional” tras inspeccionar sobre el terreno una de las regiones afectadas.
Cientos de personas de pequeñas poblaciones de esos condados tuvieron que ser evacuadas en los días pasados y el viernes decretó la prohibición en todo el país de hacer fuego o encender barbacoas en espacios naturales.
Los responsables de los servicios de Protección Civil suecos admitieron este sábado su frustración ante una situación que sólo puede remediar la lluvia, ya que los esfuerzos de los bomberos han servido para evitar que las llamas se extiendan, pero no para extinguir los grandes focos.
“Es frustrante, pero nos tememos que el punto álgido no se ha alcanzado aún”, afirmó el coordinador de los Servicios de Protección civil, Peter Arnevall, en declaraciones recogidas por la radio pública del país, Sveriges Radio.
Siguen activos varios focos en los condados de Jämtland, Gävleborg y Dalarna, así como algunos del oeste de la vecina Noruega, y los trabajos de los servicios de extinción se centran en asegurar el perímetro del fuego.
“No podemos sofocar ninguno de estos grandes incendios. Lo único que puede ayudar a extinguirlos en un cambio de temperatura y que llueva”, prosiguió Arnevall, ante unos pronósticos que no prevén precipitaciones destacables al menos hasta finales de la próxima semana.
Desde mediados de semana se han registrado más de 50 incendios forestales en Suecia, la mayoría de los cuales siguen activos, una situación sin precedentes en ese país.
Se estima que han quedado devastadas unas 20.000 hectáreas de bosque, situación que el primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, calificó de “excepcional” tras inspeccionar sobre el terreno una de las regiones afectadas.
Cientos de personas de pequeñas poblaciones de esos condados tuvieron que ser evacuadas en los días pasados y el viernes decretó la prohibición en todo el país de hacer fuego o encender barbacoas en espacios naturales.