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El presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció hoy aquí, en una decisión polémica, que las Fuerzas Armadas cambiarán sus funciones para participar en tareas de seguridad interior como el combate al narcotráfico.
“Es importante que puedan colaborar con la seguridad interior, principalmente brindando apoyo logístico en zona en fronteras e interviniendo en eventos de carácter estratégico”, explicó el presidente.
Como parte de sus nuevas misiones, agregó, “es fundamental la participación de las Fuerzas Armadas en la custodia y protección de objetivos estratégicos, a ello se agrega el desafío del ciber espacio”.
Hasta ahora, las Fuerzas Armadas sólo podían defender al país ante ataques externos, por lo que la propuesta de Macri implica un cambio sustancial que ya comenzó a ser cuestionado por especialistas en seguridad y organizaciones de derechos humanos.
Además, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y el Estado Mayor todavía acarrean la desconfianza de la sociedad ante los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
Por eso, Macri advirtió este lunes que los argentinos deben “comprender y aceptar que los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas del siglo XXI son hombres y mujeres de la democracia, hay que destacar el coraje que implica ser soldado de la patria”.
También reconoció que “esta transformación no va a ser fácil, los cambios profundos nunca lo son, pero celebro que estemos unidos para alcanzar consensos que nos permitan políticas de largo plazo”.
El presidente insistió en que, a pesar de que Argentina está en una zona de paz y estabilidad, hay desafíos del siglo XXI que obligan a “un debate genuino y sincero” sobre la reforma del sistema de defensa del país sudamericano.
“Seguimos teniendo un despliegue territorial para amenazas antiguas, queremos saldar la deuda con fuerzas armadas de la democracia, este proceso de modernización se inciará con nueva política de defensa nacional que destaca la misión principal de proteger la soberanía territorial”, dijo.
El primer paso de estos cambios implicará el envío de por lo menos cinco mil militares en el plazo de un año a la frontera norte, en donde apoyarán las labores de las fuerzas de seguridad principalmente en el combate al narcotráfico.
“Es importante que puedan colaborar con la seguridad interior, principalmente brindando apoyo logístico en zona en fronteras e interviniendo en eventos de carácter estratégico”, explicó el presidente.
Como parte de sus nuevas misiones, agregó, “es fundamental la participación de las Fuerzas Armadas en la custodia y protección de objetivos estratégicos, a ello se agrega el desafío del ciber espacio”.
Hasta ahora, las Fuerzas Armadas sólo podían defender al país ante ataques externos, por lo que la propuesta de Macri implica un cambio sustancial que ya comenzó a ser cuestionado por especialistas en seguridad y organizaciones de derechos humanos.
Además, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y el Estado Mayor todavía acarrean la desconfianza de la sociedad ante los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
Por eso, Macri advirtió este lunes que los argentinos deben “comprender y aceptar que los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas del siglo XXI son hombres y mujeres de la democracia, hay que destacar el coraje que implica ser soldado de la patria”.
También reconoció que “esta transformación no va a ser fácil, los cambios profundos nunca lo son, pero celebro que estemos unidos para alcanzar consensos que nos permitan políticas de largo plazo”.
El presidente insistió en que, a pesar de que Argentina está en una zona de paz y estabilidad, hay desafíos del siglo XXI que obligan a “un debate genuino y sincero” sobre la reforma del sistema de defensa del país sudamericano.
“Seguimos teniendo un despliegue territorial para amenazas antiguas, queremos saldar la deuda con fuerzas armadas de la democracia, este proceso de modernización se inciará con nueva política de defensa nacional que destaca la misión principal de proteger la soberanía territorial”, dijo.
El primer paso de estos cambios implicará el envío de por lo menos cinco mil militares en el plazo de un año a la frontera norte, en donde apoyarán las labores de las fuerzas de seguridad principalmente en el combate al narcotráfico.
