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Un sujeto que amagó con una navaja a una religiosa en el templo de Tequisquiapan en la capital potosina, fue vinculado a proceso y quedó en prisión preventiva como medida cautelar, mientras transcurre el cierre de la investigación complementaria que tendrá un plazo de tres meses.
La Procuraduría General de Justicia en el Estado informó lo anterior e indicó que el Juez de control determinó que el sujeto quedará recluido en el penal de La Pila, en tanto que concluyen algunos dictámenes psiquiátricos.
Los hechos ocurrieron la noche del sábado 11 de agosto del año en curso, cuando el ahora imputado amagó con un cuchillo a una monja en la iglesia señalada, mientras gritaba consignas contra el clero católico.
El sujeto le colocó una navaja en el cuello a su víctima, por lo que los presentes no pudieron defenderla por temor a que le hiciera daño, mientras escuchaban al hombre decir una serie de consignas religiosas y políticas.
Luego de un rato, el agresor soltó a la monja e intentó huir, pero fue capturado por los feligreses y uno de los curas lo resguardó ante la posibilidad de que los laicos lo lincharan, entregándolo más tarde a la policía estatal, quien lo puso a disposición del agente del Ministerio Público donde inició su proceso legal.
La Procuraduría General de Justicia en el Estado informó lo anterior e indicó que el Juez de control determinó que el sujeto quedará recluido en el penal de La Pila, en tanto que concluyen algunos dictámenes psiquiátricos.
Los hechos ocurrieron la noche del sábado 11 de agosto del año en curso, cuando el ahora imputado amagó con un cuchillo a una monja en la iglesia señalada, mientras gritaba consignas contra el clero católico.
El sujeto le colocó una navaja en el cuello a su víctima, por lo que los presentes no pudieron defenderla por temor a que le hiciera daño, mientras escuchaban al hombre decir una serie de consignas religiosas y políticas.
Luego de un rato, el agresor soltó a la monja e intentó huir, pero fue capturado por los feligreses y uno de los curas lo resguardó ante la posibilidad de que los laicos lo lincharan, entregándolo más tarde a la policía estatal, quien lo puso a disposición del agente del Ministerio Público donde inició su proceso legal.
