Por: Patricia Ruiz
Edición de video: Paola Marín
Dicen que todo lo que inicia tiene que acabar y la LXI Legislatura local no es la excepción. “Gracias al cielo”, afirman varias voces que en los últimos días han coincidido en la misma conclusión sobre los diputados locales que ya concluyen su periodo.
La saliente Legislatura ha generado escándalos incluso más allá de los límites estatales en materia de empresas fantasmas, expresiones de repudio a huevazos, mentadas de madre en plena sesión, burdos pagos de favores, correteadas, disputas a golpes y gritos, aumento escandaloso de sueldos, memes, plagios legislativos, turismo legislativo, pleitos con los empresarios, con asociaciones civiles y entre ellos mismos, son solo algunas de las cosas con las que lamentablemente se recordará a los diputados.
Se esmeraron en el escándalo de principio a fin. A un mes de haber tomado protesta, el 15 de octubre del 2015, los diputados aprobaron a la Auditoría Superior del Estado 215 millones de pesos como presupuesto de egresos para el ejercicio 2016.
Desde esa sesión, los congresistas ya se gritaban el precio y el motivo de ese aumento presupuestal que se tradujo en el acomodo de sus “recomendados”, protegidos y parientes en la nómina de la ASE.
En febrero del 2016 algunos diputados se dieron cuenta que algunos líderes de cada fracción parlamentaria decidieron crear su propio frente, por encima de bancadas partidistas: “Los Broncos”. Lo que siguió fue una serie de consecuencias por corrupción, abusos, extorsión política y fraudes.
De “Los Broncos”, formaron parte los panistas Enrique Flores Flores, Héctor Mendizábal Pérez, Mariano Niño Martínez, Sergio Desfassiux Cabello, Jorge Luis Díaz Salinas y Xitlálic Sánchez Servín; el verde Manuel Barrera Guillén; los priistas José Luis Romero Calzada y Alejandro Segovia Jano Hernández; el perredista José Guadalupe Torres Sánchez; el panalista Rubén Magdaleno Contreras (suplente de Ricardo García Melo) y hasta José Belmarez Herrera, quien era su propio coordinador de la bancada del PT.
TURISTAS LEGISLATIVOS
Los viajes internacionales con un supuesto fin legislativo no faltaron.
En mayo del 2017, los diputados Jorge Luis Díaz Salinas y José Luis Romero Calzada viajaron a Canadá y Alaska, con el pretexto de que irían al consulado de Canadá para “beneficio de los migrantes potosinos”.
Se divulgaron chabacanas imágenes de Romero Calzada en bóxers haciendo carantoñas en la cubierta. Después los diputados versionaron que el viaje se los pagaron sus esposas.
Romero Calzada volvería a promover sus viajes en Facebook después de la elección de este año; el derrotado ex candidato a diputado federal por el distrito II recorrió Irlanda, Inglaterra y Escocia.
Y el perredista Sergio Desfassiux Cabello viajó a China, supuestamente a su costa, aunque argumentó que pretende atraer inversión de transportes públicos con nueva tecnología, como la de una empresa china a la que presentó en San Luis
él mismo.
PANAVI Y LA “ECUACIÓN CORRUPTA”
Los integrantes panistas de “Los Broncos” (Mendizábal, Flores, Sánchez y Díaz Salinas), desconocen a Josefina Salazar Báez como coordinadora de la bancada. Salazar les estorbaba para hacer acuerdos con el Gobierno y el Ayuntamiento de San Luis, como aprobar la cuenta pública del ex gobernador Toranzo y la del alcalde capitalino Gallardo.
El argumento fue una reforma donde los líderes de las fracciones parlamentarias tenían que ser electos por los integrantes de las mismas. El dirigente estatal panista Xavier Azuara Zúñiga desconoció la designación de Enrique Flores Flores como coordinador de la bancada azul y no hubo forma de que la fracción azul caminara junta.
Pronto asomaron los “arreglos” para maquinar la aprobación de cuentas al contentillo y manipular a la Auditoría Superior. En marzo del 2016 desde tribuna, Romero Calzada le reclamó a Flores Flores, haberse reunido con varios funcionarios estatales: “Usted planea hacer no sé qué tantas cosas en la Auditoría”.
En el mismo año, se dio a conocer que los 27 legisladores acomodaron a familiares y conocidos en cargos en la Auditoría Superior del Estado (ASE), más de 60 personas.
Luego los diputados eliminaron las partidas de dádivas, pero las agregaron a su salario: de 90 mil pesos al mes, la dieta subió a 114 mil pesos.
A inicios del 2017, el municipio de la capital envió al Congreso una solicitud para ampliar el monto de un contrato de luminarias led del ayuntamiento capitalino. La empresa Panavi cobraría más de mil 500 millones de pesos al ayuntamiento por 15 años; entre pasillos se mencionó que algunas fracciones habían recibido más de un millón de pesos para que esta petición fuera avalada.
En medio de la polémica, los dueños de Panavi nunca aparecieron: la empresa era una “muñeca rusa” de sociedades mercantiles dentro de otras para perder huella.
La presión social y una sesión del Congreso reventada por activistas en Valles, movieron a los regidores del ayuntamiento a echar para atrás esta petición y Panavi no llegó al Pleno del Congreso.
El 12 de junio del 2017, Pulso reveló “La Ecuación Corrupta”, el video en el que el panista Enrique Flores reveló al alcalde de Ébano la trama de un grupo de legisladores que manipulaban los reportes de la Auditoría Superior sobre las cuentas públicas a cambio de “moches” para “limpiar” las cuentas públicas 2016. Flores señaló como las figuras “de la ecuación” a Manuel Barrera Guillén, José Guadalupe Torres Sánchez, Óscar Bautista Villegas.
Flores Flores le ofreció al alcalde de Ébano que podía conseguir quien le “echara la mano” para borrar observaciones por 40 millones que los auditores le fincaron a partir de un movimiento bancario.
Con el escándalo encima, los legisladores Torres Sánchez, Flores Flores y Bautista Villegas se vieron obligados a pedir licencia. El verde Manuel Barrera Guillén resistió, ya que era el presidente de la Directiva; las protestas, los insultos y las acusaciones se fueron sobre él.
Con todo y la corrupción expuesta, la Comisión de Vigilancia avaló los informes de las cuentas 2016 y, en junio del 2017 se votaron en contra estas cuentas entre gritos, huevazos, mentadas de madre, amenazas de tomar la tribuna y un activista que logró llegar al área del Pleno.
Más adelante Barrera Guillén se empecinó en llevar a cabo y hacer público el segundo informe de actividades Legislativas: no se escucharon más que insultos a gritos y personal de seguridad del Congreso apagó las luces para que los manifestantes desalojaran el recinto.
FANTASMAS PARA ROBAR
Con el inicio de un nuevo periodo ordinario, tocó al priista Fernando Chávez Méndez tomar las riendas como presidente de la Directiva.
Las organizaciones Cudadanos Observando y Ganemos demostraron que diputados locales utilizaron facturas de empresas “fantasma” para justificar la salida de recursos que ellos pidieron supuestamente para “ayudar” a ciudadanos en situación de necesidad. Las peticiones de ayuda también fueron falsas, pues los supuestos beneficiarios no reconocieron sus firmas y ni estaban enterados del uso de sus datos.
En el caso del panista Mariano Niño Salgado, incluso se comprobó que pidió recursos para “ayudar” a un hombre que ya había muerto.
En afán de acallar críticas, los legisladores decidieron eliminar el recurso de Gestoría institucional que les permitía estos movimientos y eliminarlo del Reglamento Interno del Congreso local.
LAS “GENIALIDADES”
Para su cierre de gestión, la LXI Legislatura presume haber aportado muchas nuevas normas. Lo cierto es que la mayoría de esas producciones propias van de lo inútil a lo ridículo, pasando por lo tramposo y lo baladí.
El Congreso avaló a Oscar Bautista Villegas un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Salud a firmar un convenio de colaboración con la Agencia Espacial Mexicana: el argumento fue copiado de Wikipedia y el mismo legislador no entendía lo que había leído en tribuna.
Enrique Flores Flores presentó una iniciativa para que los legisladores puedan votar sentados… La tuvo que retirar por las críticas.
A la priista Martha Orta Rodríguez le acusaron de haber plagiado un documento para proponer la Ley para prevenir, atender y erradicar la trata de personas en el Estado. La iniciativa fue retirada y meses después fue aprobada con una redacción distinta.
Orta propuso una iniciativa que pretendía penalizar hasta con cuatro años de cárcel a quienes realizaran “memes”, propuesta que la hizo risiblemente célebre a nivel nacional; lo que la legisladora quería pedir es que se castigara a quien compartiera imágenes que abonaran al “sexting” o “bullying cibernético”. Tuvo que cambiar la redacción de esta iniciativa para que se votara.
Héctor Mendizábal Pérez propuso que el Congreso del Estado tuviera un código de ética, para ello copió y pegó párrafos completos del código de la cámara federal… a excepción del referente a la suspensión de pagos para diputados sancionados.
En la propuesta para eliminar el fuero, los diputados priistas defendían esta figura para el gobernador del Estado y pretendían pasarla por comisiones de esa manera, sin embargo, la presencia de organizaciones civiles presionó para que muy a fuerza se lograra quitar también este privilegio al mandatario estatal en turno.
El priista José Luis Romero Calzada, propuso que los habitantes del Estado tuvieran derecho a portar armas y/o tenerlas en su domicilio, “para su seguridad y legítima defensa, con excepción de las prohibidas por la Ley Federal y de las reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional”.
La legisladora local Guillermina Morquecho Pazzi presentó un punto de acuerdo donde en la gaceta parlamentaria, se “le fue” en el copiado y pegado, una liga que llevaba a una página con un texto titulado: “Consejos para tener el mejor (y más sano) sexo oral”; su intención era solicitar esquemas relacionados a la prevención y atención de personas con Sida.
EL VOLÁTIL DESFASSIUX
Sergio Desfassiux Cabello, el diputado local perredista por el VIII distrito local que en campaña prometió llevar los canales abiertos de aguas negras a Las Lomas, lloró, gritó, mentó madres, amenazó y hasta al psicólogo fue a dar. Ha declarado que no se arrepiente de lo que hizo como legislador local.
Este personaje en la LXI Legislatura despotricó en contra del rector de la UASLP, Manuel Fermín Villar Rubio, cuando la Federación Universitaria Potosina, propuso que los estudiantes votaran para la elección de rector. “Es el peor rector que hemos tenido en San Luis Potosí, es tiempo de hacer historia y romper el monopolio de 50 años, en el que en lo oscurito se eligen entre ellos”, dijo en tribuna.
Después en el mismo Pleno estalló iracundo en contra de Oscar Bautista Villegas. “¡No me vuelvas a callar cabrón, tú no eres nadie para callarme!”, le vociferó al priista después que éste le hizo la señal de silencio acompañado de un “Shh”, ya que Josefina Salazar Báez se encontraba en el uso de la palabra.
Sus gritos y sobresaltos histriónicos llegaron hasta el estacionamiento de Plaza Sendero, cuando el perredista intentó evitar que el centro comercial cobrara el estacionamiento a los visitantes. Regaló playeras y calcomanías, pero se puso fuera de sí cuando uno de los jurídicos de la plaza le mostró al legislador un amparo y le recordó que estaba en una propiedad privada: “Aquí dice que no debes de cobrar, la ley dice que no debes de cobrar, ¡te faltan huevos cabrón!”, arremetió.
En junio del 2016 el congresista presentó la iniciativa para regular el transporte privado como Uber, lo cual no fue bien visto por los taxistas, por lo que esperaron afuera del recinto legislativo para recibirle a huevazos e insultos. Finalmente la iniciativa de regular el transporte privado, fue aprobada.
Arremetió contra la iglesia católica que criticó los excesos de los legisladores: “La iglesia se ha desviado mucho en estos días, ha insistido en que nos debemos de bajar el sueldo a la mitad entre otras cosas, yo no sé cuánto gana el obispo, pero yo le haría una pregunta a él, ¿se bajaría el salario?”.
En respuesta a este comentario, el dirigente estatal del PRD, José Luis Fernández, solicitó públicamente llevar al diputado a un psicólogo, debido a los constantes desfiguros del legislador.
Luego tocó el turno a los representantes de la iniciativa privada: “Soy un diputado que defiende a los trabajadores, el colmo es que quien critica se cree un gato de angora y, no señores empresarios y representantes de las cámaras, ustedes no llegan ni a gatos de bodega. A eso me refiero, simple y sencillamente son gatos como yo”.
Posteriormente, reconoció que el PRD le dio la espalda: “No sé qué le pasó a mi partido, ya no sé si es amarillo, azul o naranja, no tengo porqué renunciar a él; yo si soy de izquierda y mi trabajo es decirle a los empresarios que se bajen de sus carros de lujo y se suban al camión”.
El último escándalo de Sergio Desfassiux Cabello, fue amenazar a activistas en el Pleno del Congreso del Estado en la última sesión extraordinaria de esta Legislatura. “¡Eres un puto corrupto de mierda!”, le gritó el diputado; furioso, retó a golpes a los asistentes después que se aprobara el informe de cuentas públicas 2017.
“PARA DESFIGUROS, LOS MÍOS”
Pero el campeón de las salidas de tono fue sin duda José Luis Romero Calzada. En marzo del 2016, el diputado José Luis Romero Calzada acudió a la escena donde ocurrió el intento de asalto y tiroteo, en la avenida Himno Nacional. Cruzó la cadena de custodia, presumió pertenecer al Congreso del Estado y, con charola en mano, el diputado les gritoneó a los agentes: “¿Por qué no puedo pasar?, mira cabrón (mostrando su identificación del Congreso), ¡dame tu nombre!”.
¿Cómo olvidar cuando bailó en el salón de Plenos? Un grupo de jóvenes que protestaban por la falta de seguridad, se apersonaron con instrumentos en el recinto Legislativo, Romero Calzada decidió convertir aquello en una pista de bailes chúntaros e invitó a varios de sus compañeros a unirse, hasta agarró a una señora de las presentes como pareja.
Más adelante el diputado priista se enfrascó en una “guerra de bardas”, cuando criticó que media ciudad estuviera pintada de amarillo por el gobierno capitalino. Repintó de blanco la barda del panteón del Saucito, pero un grupo de vecinos le atacó. Luego, un grupo de gallardistas encabezados por Rafael Aguilar “El Chiquilín”, vandalizó su casa de enlace.
Romero Calzada se metió en los asuntos de la bancada panista y acabó demandado por un periodista de la Huasteca potosina y por la diputada Xitlálic Sánchez Servín; todo se dio cuando la fracción blanquiazul peleaba con la dirigencia estatal para colocar al nuevo líder o lideresa de bancada, “Tekmol” envió un mensaje a la diputada advirtiendo que ella no tomaría protesta como tal, luego apareció en una pared del Comité Directivo Estatal del PAN, la frase “Xitlálic puta”, lo cual se le achacó al priista.
El congresista también enfrenta una denuncia ante la PGR por presuntos vínculos con quienes se dedican al robo y a la venta ilegal de combustible.
Con dos pollos negros en una jaula, Romero Calzada vinculó al alcalde Ricardo Gallardo Juárez y a su hijo, José Ricardo Gallardo Cardona, a amenazas de muerte recibidas en su teléfono. El perredista Sergio Desfassiux replicó al priista que “a los ricos les duele no tener esos grandes negocios que el gallardismo les quitó”.
La diputada perredista, Graciela Gaitán Díaz solicitó al congresista que se hiciera un aprueba antidoping, la prueba resultó negativa.
En la última sesión extraordinaria José Luis Romero Calzada se hizo de palabras en contra de activistas, junto con Desfassiux Cabello. Las amenazas de Romero Calzada estuvieron más allá de una invitación a los golpes. “Me voy a embarrar los cachetes con tu sangre”, dijo el diputado a los activistas, quienes ya presentaron una denuncia en contra de los legisladores.
FOTOS: Archivo Pulso
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