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A pesar de la necesidad de lograr una educación temprana en cuanto a equidad de género, en comercios dedicados a la venta de juguetes se mantiene una marcada separación entre los productos “aptos para niños” y aquellos destinados a las niñas.
Para ellas, la mayoría de los juguetes sigue estando relacionada con el rol de la maternidad y las labores domésticas, principalmente.
Aunque en la capital potosina ya existen muy pocas jugueterías propiamente dichas, en las que se ubican dentro de plazas comerciales o por ejemplo, en los pasillos de supermercados, es notoria la separación de juguetes para cada género.
En el área “para niños” se exhiben carritos, balones y otros implementos para jugar futbol, bicicletas, muñecos de superhéroes, kits de construcción, juegos para ser químico, astronauta o doctor, además de otros productos “de destreza”.
Mientras, el pasillo de niñas ofrece muñecas, trastecitos, planchas, kits para convertirse en “princesa” y sets para jugar a comprar la despensa del hogar.
En redes sociales como Facebook, madres de familia conscientes han señalado: “Decepcionante entrar a una juguetería y darse cuenta que un niño puede soñar con ser astronauta, luchador, científico o piloto, en tanto que una niña puede jugar a cocinar, lavar los platos, cuidar la casa y a sus muñecas”.
Para ellas, la mayoría de los juguetes sigue estando relacionada con el rol de la maternidad y las labores domésticas, principalmente.
Aunque en la capital potosina ya existen muy pocas jugueterías propiamente dichas, en las que se ubican dentro de plazas comerciales o por ejemplo, en los pasillos de supermercados, es notoria la separación de juguetes para cada género.
En el área “para niños” se exhiben carritos, balones y otros implementos para jugar futbol, bicicletas, muñecos de superhéroes, kits de construcción, juegos para ser químico, astronauta o doctor, además de otros productos “de destreza”.
Mientras, el pasillo de niñas ofrece muñecas, trastecitos, planchas, kits para convertirse en “princesa” y sets para jugar a comprar la despensa del hogar.
En redes sociales como Facebook, madres de familia conscientes han señalado: “Decepcionante entrar a una juguetería y darse cuenta que un niño puede soñar con ser astronauta, luchador, científico o piloto, en tanto que una niña puede jugar a cocinar, lavar los platos, cuidar la casa y a sus muñecas”.
