El costo político para Trudeau tras el nuevo Acuerdo con EUA y México

El costo político para Trudeau tras el nuevo Acuerdo con EUA y México

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La decisión del gobierno liberal de Justin Trudeau de cumplir con el ultimátum impuesto por Washington para concretar el texto del nuevo Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA por sus siglas en inglés), que sustituirá el TLCAN, sacrificando la industria lechera, podrá tener graves consecuencias políticas para su reelección en octubre de 2019.

Mientras los industriales y sindicalistas canadienses aplaudieron el anuncio del nuevo acuerdo trilateral (incluido México), aunque con las reservas de conocer los detalles, los agricultores canadienses criticaron que su gobierno vaya a abrir aún más el mercado de lácteos.

El gobierno de Donald Trump puso en el centro de las negociaciones, que se extendieron por 14 meses, el sistema canadiense de control de suministro en la industria de lácteos, que controla el precio y la producción en leche, huevos, quesos, pollo y pavo, y que impone una cuota al volumen de importaciones estadunidenses.

En el nuevo USMCA, Canadá habría replicado la concesión en el sector estipulada en el Acuerdo Global y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), aunque un poco más elevada.

En el acuerdo transpacífico original Estados Unidos había logrado un acceso de 3.25 por ciento de la producción anual de leche en Canadá, pero después el presidente Donald Trump anunció su retiro de este acuerdo, quedando sólo 11 naciones firmantes, entre ellas México.

Tras intensas negociaciones en donde Ottawa y Washington tuvieron que “dar y ceder”, el USMCA le daría a los exportadores de leche estadounidenses un acceso de 3.6 por ciento del mercado canadiense, además de que quedó desmantelado el control de precio del ingrediente lácteo de Clase 7, una solución para el excedente de leche descremada de Canadá que se negoció entre los agricultores y procesadores canadienses.

Mientras más consumidores aumentan su consumo de mantequilla, como lo han hecho en los últimos años, más leche descremada se genera.

Pierre Lampron, presidente de Dairy Farmers Canada, señaló que no ve cómo esta apertura a las importaciones estadunidenses de lácteos “pueda ser buena para 220 mil familias canadienses que dependen de la producción de lácteos para su sustento”.

En la última semana para llegar a este decisivo acuerdo trilateral de Norteamérica, el primer ministro Trudeau trató en vano de que el anuncio se diera después de las elecciones provinciales en Quebec, que se realizan este lunes, debido a que esta provincia francófona gobernada por los liberales es la sede de un importante número de productores de leche.

De acuerdo con el Censo de Agricultura 2011, en Canadá hay 205 mil 730 granjas, de las cuales 30 mil 675 están en Quebec. En la última etapa de las negociaciones los agricultores quebequenses advirtieron que una mayor apertura de su mercado sería desastrosa y tendría un costo político.

Trudeau no pudo aplazar 24 horas el ultimátum marcado por Trump y será hasta la noche de este lunes que se conozca el impacto político del USMCA en las elecciones de Quebec, un muestra de lo que podrían enfrentar los liberales en octubre del próximo año.

Los conservadores están aprovechando esta concesión canadiense para descalificar a los negociadores liberales y tratar de cooptar el voto de los granjeros.

El gobernador conservador de Ontario, Doug Ford, manifestó su preocupación del impacto que tendrá la concesión en la leche Clase 7 y el acceso estadunidense al mercado de lácteos de esta provincia. Además criticó que los negociadores canadienses no haya podido conseguir hasta ahora la exención de los aranceles de EUA al acero y el aluminio.

“Nuestro gobierno hablará directamente con representantes de la industria de los sectores de acero, aluminio, automóviles y agricultura de Ontario para determinar los impactos de este acuerdo”, advirtió.

Ontario comercia con Estados Unidos 389 mil millones de dólares al año y es el socio comercial número uno de 19 estados del vecino del sur y el número dos de otros nueve.

Los representantes de la industria de lácteos canadiense han afirmado que el sector “ya ha pagado el precio” en recientes acuerdos comerciales, como el firmado con Europa (CETA) y el Transpacífico (CPTPP), lo que los ha afectado en 250 millones de dólares anuales en pérdidas de producción de leche.

A pesar de que la diferencia entre lo concedido en lácteos por Canadá en el original TPP (3.25 por ciento) y lo cedido ayer en el USMCA (3.6 por ciento) es de sólo 0.35 por ciento, el impacto político exacerbado por los conservadores tendría un gran costo para el gobierno liberal, que confiará en que la mayoría del electorado canadiense valore el haber conseguido un acuerdo trilateral con un mecanismo de solución de disputas y protección a la industria cultural.